México — El asesinato de la influencer Valeria Márquez ha dejado en shock a miles de seguidores y a toda Latinoamérica. El hecho ocurrió el 13 de mayo, cuando un presunto repartidor ingresó a su peluquería con un “regalo”, solo para dispararle a quemarropa en al menos tres ocasiones. La joven falleció en el acto, provocando una ola de luto y consternación en el mundo digital.
Con el paso de los días, se conocieron detalles escalofriantes sobre sus últimos momentos: desde conflictos personales con amistades cercanas, hasta una llamada misteriosa durante su última transmisión en vivo en TikTok.
No obstante, lo que más ha impactado recientemente es la aparición de una cuenta de TikTok llamada “Crece y Cuponea”, que supuestamente emite transmisiones en vivo de Valeria Márquez después de su muerte. El perfil ha compartido clips de lives antiguos, presentados como si fuesen actuales, lo que ha generado confusión, indignación y controversia.
Este contenido se presenta como si Valeria siguiera viva, generando ingresos a través de regalos virtuales y donaciones en directo. Sus seguidores lo han calificado como un acto irrespetuoso y lucrativo a costa del fallecimiento de la joven.
En respuesta a las críticas, los responsables de la cuenta aseguraron que se trata de un canal “en memoria de Valeria Márquez” y que su propósito es “buscar justicia”. Incluso lanzaron una encuesta a sus seguidores: corazón rojo para seguir publicando contenido, corazón azul para eliminar el perfil por completo. Alegan que cerrar el canal “es lo que quieren los verdaderos culpables”.
Actualmente, la cuenta supera los 500 mil seguidores, con más de 1.6 millones de ‘me gusta’ y videos que alcanzan los 10 millones de vistas. Se ha convertido en un fenómeno viral que pone sobre la mesa graves cuestionamientos éticos sobre el uso de la imagen de personas fallecidas en redes sociales.
El nombre de Valeria Márquez sigue siendo tendencia, no solo por la brutalidad de su asesinato, sino por el inquietante fenómeno que ha surgido tras su muerte. La comunidad digital y los defensores de los derechos en línea exigen respuestas y un mayor control sobre los contenidos póstumos que circulan en plataformas como TikTok.
