UCRANIA — El gobierno ucraniano expresó su preocupación ante la posible suspensión de envíos de armas por parte de Estados Unidos, calificándola de “inhumana”, especialmente en relación con los misiles Patriot, cruciales para su defensa contra ataques rusos. La declaración surge tras reportes del 1 de julio de 2025 en Washington sobre una pausa en las entregas.
Mikhailo Podolyak, asesor principal del presidente Volodímir Zelenski, afirmó: “Las entregas continúan hasta hoy. Sería muy extraño, inhumano, suspender el suministro de sistemas antimisiles, en particular los Patriot”. Sus palabras reflejan la alarma en Kiev ante la decisión del Pentágono, reportada por Politico y NBC News, de suspender envíos de misiles Patriot, Hellfire, Stinger, GMLRS y miles de municiones de 155 mm debido a la reducción de los arsenales estadounidenses.
El Ministerio de Defensa de Ucrania aseguró no haber recibido notificación oficial sobre la suspensión o revisión de la asistencia militar estadounidense. En respuesta, solicitó una conversación telefónica con sus homólogos en Washington para aclarar la situación. La pausa, ordenada por el secretario de Defensa Pete Hegseth tras una auditoría liderada por Elbridge Colby, responde a preocupaciones sobre la depleción de reservas de EE. UU., agravada por envíos previos a Ucrania y operaciones en Medio Oriente.
La Casa Blanca, a través de la portavoz Anna Kelly, justificó la decisión como una medida para “priorizar los intereses de América”, destacando la fortaleza de las fuerzas armadas estadounidenses. Sin embargo, la suspensión llega en un momento crítico, con Rusia intensificando sus ataques con misiles y drones, incluyendo un bombardeo masivo el 28 de junio de 2025 con 477 drones y 60 misiles, el mayor desde el inicio de la guerra. Ucrania depende de los Patriot para interceptar misiles balísticos rusos, como los Iskander-M y Kinzhal, que han devastado infraestructura clave.
Fedir Venislavskyi, miembro del comité de defensa del parlamento ucraniano, calificó la decisión como “dolorosa” y “muy desagradable”, especialmente ante los ataques rusos que han matado a civiles. Ucrania opera al menos seis baterías Patriot, pero las reservas de misiles se agotarían en semanas sin reabastecimiento, según un oficial ucraniano. La producción limitada de Lockheed Martin (530 interceptores al año, con planes de aumentar a 810) no cubre la demanda, exacerbada por el uso de Patriot por parte de Israel.
El presidente Donald Trump, tras reunirse con Zelenski en la cumbre de la OTAN en La Haya, expresó intenciones de buscar más misiles Patriot para Ucrania, pero reconoció su escasez: “Son muy difíciles de conseguir. También los necesitamos”. La suspensión, aunque no definitiva, plantea riesgos para la defensa aérea de Ucrania, que enfrenta una ofensiva rusa fortalecida por misiles norcoreanos. Europa intenta compensar con envíos de sistemas como IRIS-T, pero no igualan la capacidad de los Patriot contra misiles balísticos.
La interrupción también incluye la pausa en el intercambio de inteligencia, según el director de la CIA, John Ratcliffe, lo que podría limitar la capacidad de Ucrania para anticipar ataques rusos. Mientras Trump busca negociar un alto el fuego con Rusia, Ucrania teme que la falta de apoyo militar la deje vulnerable, especialmente en ciudades como Kiev, donde los Patriot son vitales para proteger objetivos clave.