Tyler Robinson, un joven de 22 años originario de Utah, es el presunto asesino del activista conservador Charlie Kirk en un acto que las autoridades han calificado como un crimen político.
El FBI lideró una intensa búsqueda federal que culminó con la detención de Robinson, luego de que un familiar alertara a las autoridades al indicar que el sospechoso había insinuado o confesado su participación en el incidente.
Robinson, quien tuvo una infancia en un hogar republicano en un suburbio de Utah, fue un estudiante destacado en la secundaria y recibió una beca para la universidad, aunque abandonó sus estudios tras un semestre.
Según el gobernador de Utah, Spencer Cox, Robinson había mostrado en años recientes un cambio político, criticando duramente a Kirk y exhibiendo mensajes de orientación antifascista. Por ejemplo, el rifle que usó para disparar tenía inscripciones relacionadas con canciones antifascistas italianas.
El asesinato ocurrió en el campus de la Universidad del Valle de Utah, donde Robinson ingresó cerca de las 8:30 a.m. y permaneció varias horas antes de disparar un solo tiro que acabó con la vida de Kirk, mientras este hablaba ante unas 3,000 personas.
La investigación reveló fallas en los protocolos de seguridad del evento, ya que Robinson logró evadir la vigilancia y posicionarse en un punto elevado desde donde disparó a Kirk, a una distancia aproximada de 131 metros.
Tras el ataque, Robinson huyó corriendo del lugar y fue arrestado luego de 33 horas de búsqueda intensiva por parte de fuerzas del orden federal y locales.
Este caso ha generado un fuerte impacto político y social en Estados Unidos debido a la filiación y la influencia de Charlie Kirk, cercano al expresidente Donald Trump, y al carácter explícitamente político del ataque.