Ante una multitud de empleados de US Steel, Trump destacó que el nuevo arancel del 50% garantizará la fortaleza de la industria del acero en Estados Unidos. “Con el 25% podían eludir la medida, pero con el 50% nadie podrá saltarla”, afirmó, tras revelar que consideró un arancel del 40%, pero optó por el porcentaje mayor a petición de ejecutivos de la industria.
En marzo, Trump había impuesto aranceles del 25% al acero y aluminio importados, generando represalias de Canadá y preocupación en la industria automotriz estadounidense. La Unión Europea anunció aranceles de represalia, que finalmente canceló. Según el presidente, estas medidas salvaron la industria del acero en EE.UU., evitando el cierre de fábricas y la dependencia de acero extranjero.
Sin embargo, el aumento de aranceles podría elevar los costos de insumos clave para la construcción y la manufactura, sectores que Trump busca impulsar. Un análisis de la Comisión de Comercio Internacional de 2023 mostró que los aranceles de 2018 incrementaron los costos de automóviles, herramientas y maquinaria, reduciendo la producción de estas industrias en más de US$3.000 millones en 2021.
El nuevo arancel, aplicado bajo la Sección 232 por motivos de seguridad nacional, impactará las importaciones de acero y hierro, que en 2024 alcanzaron los US$31.300 millones, con Canadá como principal proveedor al enviar US$7.600 millones, según el Departamento de Comercio.