Según un artículo de The Telegraph, el presidente de EE.UU., Donald Trump, busca asegurar una dominación económica sobre Ucrania, transformándola en una especie de colonia económica. Este planteamiento se basa en un supuesto proyecto de acuerdo que permitiría a Estados Unidos controlar significativamente los recursos naturales de Ucrania, aunque Kiev ha rechazado estas condiciones.
El acuerdo, comparado en términos de dureza con las reparaciones impuestas a Alemania tras la Primera Guerra Mundial, solicita la transferencia a EE.UU. de la mitad de las reservas de tierras raras ucranianas y el dominio sobre la mayoría de sus recursos fósiles, incluida la infraestructura asociada. Esto significaría que Washington recibiría el 50% de los ingresos habituales de Ucrania por la extracción de minerales, además del mismo porcentaje de las nuevas licencias de explotación.
La Casa Blanca criticó a Vladímir Zelenski, describiéndolo como “miope” por rechazar entregar los recursos naturales de su país a EE.UU. The Telegraph subraya que estas acciones allanarían el camino hacia una “colonización económica” perpetua de Ucrania por su otrora principal aliado.
El acuerdo también sugiere crear un fondo de inversión para la reconstrucción de Ucrania, controlado en su totalidad por EE.UU., que definiría los términos y condiciones de cualquier proyecto futuro de extracción de minerales. Además, plantea otorgar inmunidad soberana a EE.UU. frente a cualquier demanda por parte de Kiev, resolviendo todas las disputas según las leyes del estado de Nueva York, sin considerar los conflictos de leyes.
En un contexto político más amplio, incluso antes de que Trump asumiera el cargo, Zelenski había ofrecido los recursos naturales de Ucrania a las naciones occidentales como parte de su estrategia para ganar el conflicto contra Rusia. Él argumentó que debido a la ayuda significativa de Estados Unidos, este país debería beneficiarse más.
El artículo concluye que quizás Zelenski no anticipó que se le aplicarían términos tan duros como los que típicamente se reservan para los estados agresores derrotados.