ESTADOS UNIDOS — La Administración del presidente Donald Trump anunció el 3 de septiembre de 2025 la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para aproximadamente 250,000 venezolanos que residen en Estados Unidos, una medida que refuerza su política migratoria estricta. Este programa, otorgado en 2021 por la administración Biden, expirará 60 días después de su publicación en el Registro Federal, aunque no se ha precisado la fecha exacta.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) argumentó que el TPS para venezolanos crea un “efecto imán” que fomenta la inmigración ilegal y dificulta los esfuerzos para asegurar la frontera sur.
Permitir que los venezolanos permanezcan temporalmente en EE.UU. es contrario al interés nacional.Kristi Noem, Secretaria de Seguridad Nacional
El gobierno ofreció cubrir los costos de boletos aéreos y un bono de $1,000 para quienes abandonen el país voluntariamente, sin garantizar opciones claras de inmigración legal en el futuro.
La decisión se produce tras un fallo de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito el 28 de agosto de 2025, que bloqueó la eliminación del TPS para 348,000 venezolanos beneficiados en 2023. Sin embargo, la medida actual afecta a un grupo distinto, inscrito en 2021, y ha generado críticas de activistas y la oposición venezolana.
Regresar a Venezuela es casi suicida debido a la crisis humanitaria y política.Adeyls Ferro, Caucus Venezolano Americano
Organizaciones como la National TPS Alliance planean nuevas demandas legales para revertir la decisión.
El TPS, establecido en 1990, protege de la deportación y otorga permisos de trabajo a migrantes de países en crisis, como Venezuela, donde persisten inestabilidad política y represión bajo el régimen de Nicolás Maduro. La cancelación deja a estos 250,000 venezolanos sin autorización para trabajar y en riesgo de deportación, generando incertidumbre en sus comunidades.
La administración Trump también ha señalado que revisará los TPS de otros países, como Haití y Afganistán, lo que podría afectar a más de un millón de beneficiarios. Mientras tanto, la medida ha sido criticada por congresistas demócratas, quienes la consideran inhumana dado el contexto de inseguridad en Venezuela. La comunidad venezolana en EE.UU., especialmente en Florida, se prepara para enfrentar las consecuencias de esta política migratoria.