ESTADOS UNIDOS — La Policía de Los Ángeles (LAPD) llevó a cabo múltiples arrestos la noche del martes tras la entrada en vigor de un toque de queda en el centro de la ciudad, mientras las protestas contra la política migratoria del presidente Donald Trump entraron en su quinto día consecutivo. Las manifestaciones, iniciadas el viernes tras redadas federales contra inmigrantes, derivaron en saqueos y vandalismo, provocando el despliegue de 4,000 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines, una medida ordenada por Trump pero rechazada por las autoridades estatales.
El LAPD informó en X que “varios grupos continúan congregándose en la calle 1, entre Spring y Alameda”, iniciando “arrestos masivos” tras violar la orden de permanecer en casa. Según Los Angeles Times, al menos 25 personas fueron detenidas el martes, con la cifra esperada a aumentar. El toque de queda, decretado por la alcaldesa Karen Bass de 8:00 p.m. a 6:00 a.m. en un área de 2,5 km², busca frenar el vandalismo y saqueos, afectando a 23 negocios el lunes. Excepciones incluyen residentes, periodistas y personal de emergencia. Desde el inicio de las protestas, más de 500 personas han sido arrestadas.
Trump justificó el despliegue militar como necesario para “recuperar el control”, con marines listos para proteger instalaciones federales desde el miércoles. Sin embargo, el gobernador Gavin Newsom demandó a la administración federal, argumentando que viola la Ley Posse Comitatus, que prohíbe el uso militar en seguridad interna sin una insurrección declarada. En un discurso en Fort Bragg, Trump calificó los disturbios como “una invasión de enemigos extranjeros”. El costo estimado del despliegue es de 134 millones de dólares, según el Pentágono. Protestas similares en Nueva York, Chicago y otras ciudades reflejan el creciente descontento nacional.
A pesar de la normalidad en áreas como Hollywood, la presencia militar y cierres alteran la dinámica local, mientras la tensión política y judicial determinará el rumbo de las próximas jornadas.
