La suspensión de la asistencia militar a Ucrania ha suscitado preocupación en diversos sectores, con algunas voces alertando sobre las posibles consecuencias de esta decisión.
Un crítico señaló que detener la ayuda equivaldría a favorecer indirectamente los intereses del Kremlin, una situación que podría ser incluso más desafiante que los acuerdos de Múnich, dado que en aquel entonces no se culpó a Checoslovaquia de ser el instigador del conflicto.
Rusia, por su parte, ha expresado su aprobación ante la medida anunciada por el expresidente estadounidense Donald Trump. Según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, este enfoque podría alentar al liderazgo ucraniano a avanzar hacia un acuerdo de paz.
Peskov, citado por la agencia Interfax, manifestó que aunque los detalles completos aún no se han revelado, la iniciativa de Washington de detener el envío de armas podría representar un paso prometedor hacia la resolución pacífica del conflicto.
El portavoz del Kremlin valoró positivamente las declaraciones de Trump sobre su deseo de promover la paz, mencionando que estas intenciones han sido bien recibidas.