EL SALVADOR — La clasificatoria Mundial 2026 trajo amargura a El Salvador tras la derrota 2-1 ante Suriname en el Estadio Cuscatlán, silenciando la euforia por el reciente triunfo en Guatemala.
Los surinameses, conocidos como «Suriboys», dominaron con el balón en el primer tiempo, aprovechando el planteamiento defensivo de los locales, que esperaron sin presionar la salida rival.
A los 12 minutos, Radinio Balker anotó de cabeza tras un tiro de esquina, un «baldazo de agua fría» que congeló el Monumental mientras los visitantes celebraban.
Ni con el gol en contra, la selección de Bolillo Gómez modificó su idea: adelantaron líneas y presionaron para forzar errores en defensa, aunque sin profundidad ni claridad ante la meta surinamés.
Bryan Gil tuvo dos chances claras, pero falló un disparo sobre la portería a los 20 minutos y no superó al portero Etienne Vaessen en un mano a mano a los 22.
Una luz de esperanza llegó a los 28 minutos con el gol de Gil en contrarremate, validado por el VAR pese a dudas sobre la mano, nivelando el encuentro temporalmente.
Tras los 30 minutos, el partido se equilibró; Mauricio Cerritos probó con un disparo que se fue alto a los 36, pero el buen ambiente en las gradas no se reflejó en la cancha.
Antes del descanso, Bolillo Gómez cambió a Nathan Ordaz por molestias físicas, ingresando a Styven Vásquez; el primer tiempo terminó con silbidos y llamados a alentar.
En el segundo tiempo, los surinameses perdieron intensidad pero siguieron peligrosos; la presión atrás se soltó, mejorando la ofensiva salvadoreña.
A los 73 minutos, Gil superó dos marcas y envió un centro que Anfernee Dijksteel convirtió en autogol, despertando emoción efímera en el estadio.
Pero a los 80, Dhoraso Klas sentenció con un tanto tras jugada colectiva, asegurando la victoria para Suriname y el liderato del Grupo A rumbo al Mundial.
Al regreso del descanso, aplausos de esperanza dieron paso a frustración, destacando la necesidad de mayor profundidad en el juego de El Salvador.