ESTADOS UNIDOS — El sector privado de Estados Unidos registró una inesperada pérdida de 33,000 empleos en junio de 2025, según el informe de ADP, en contraste con las expectativas de los analistas que anticipaban la creación de 100,000 puestos de trabajo. Este dato marca la primera contracción del mercado laboral en más de dos años.
La economista jefe de ADP, Nela Richardson, explicó que, aunque los despidos siguen siendo raros, la renuencia de las empresas a contratar nuevos empleados o reemplazar a quienes abandonan sus puestos ha generado esta caída. «La hesitación en la contratación refleja una creciente incertidumbre económica», señaló, destacando el impacto de factores como las políticas arancelarias.
Los sectores más afectados incluyeron los servicios profesionales y de negocios, con una pérdida de 56,000 empleos, y educación y salud, con 52,000 empleos menos. En contraste, sectores como hotelería, ocio y manufactura mostraron signos de recuperación, con ganancias de 32,000 empleos cada uno, según el informe de ADP.
En mayo, el sector privado creó solo 29,000 empleos, una cifra revisada a la baja, lo que ya había generado críticas del expresidente Donald Trump. Este insistió en que la Reserva Federal, liderada por Jerome Powell, debe reducir las tasas de interés para estimular la economía, una postura que reiteró tras los datos de junio.
Adam Sarhan, de 50 Park Investments, calificó la situación como preocupante. «Hasta ahora, el empleo se había mostrado fuerte, con tasas de desempleo bajas. Esta contracción es una señal de alerta sobre el rumbo del mercado laboral», afirmó. La pérdida de empleos se concentró principalmente en el Medio Oeste y el Oeste del país.
A pesar de las pérdidas de empleo, el crecimiento salarial se mantuvo estable. Los trabajadores que permanecieron en sus puestos vieron un aumento del 4.4% en sus ingresos anuales, mientras que quienes cambiaron de empleo registraron un incremento del 6.8%. Esto sugiere que, aunque la contratación se desacelera, los salarios no han perdido impulso.
Este panorama laboral mixto plantea desafíos para la economía estadounidense. La pérdida de empleos en el sector privado, combinada con la incertidumbre económica, podría influir en las decisiones de política monetaria, mientras los analistas esperan con atención el informe oficial de nóminas no agrícolas del gobierno.