UCRANIA — Una Rusia envalentonada ha intensificado sus ofensivas militares en dos frentes en Ucrania, dispersando las reservas de Kiev y amenazando con expandir el conflicto a la región de Dnipropetrovsk, mientras ambos bandos buscan ventaja antes de que el combate disminuya en otoño de 2025. Moscú apunta a maximizar sus ganancias territoriales antes de un posible alto el fuego, mientras Ucrania busca frenar el avance ruso y causar pérdidas significativas, según analistas y comandantes militares.
En el este, las fuerzas rusas avanzan hacia Pokrovsk, un centro logístico clave en Donetsk, cuya captura sería una gran victoria y acercaría a Rusia a controlar toda la región. Los combates han alcanzado la frontera con Dnipropetrovsk, marcando la primera incursión terrestre en esta región en tres años. Rusia intenta rodear Pokrovsk, avanzando desde el sur hacia Novopavlivka y desde el oeste hacia Hryshyne, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). En enero, Rusia capturó Shevchenko y Vozdvyzhenka, acercándose a la carretera H-32, crucial para la logística ucraniana.
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En el noreste, Rusia ha penetrado hasta 7 km en la región de Sumy, con ataques de bombas planeadoras, drones y pequeños grupos de infantería. Ucrania mantiene a 10,000 soldados rusos ocupados en el distrito de Glushkovsky (Kursk), tras ser expulsada mayormente por fuerzas rusas y norcoreanas. La ofensiva ucraniana en Kursk en abril buscó evitar que 60,000 tropas rusas reforzaran Donetsk, Zaporiyia y Jersón, pero fue criticada por costosas pérdidas, según el general Oleksandr Syrskyi.
El mejor escenario para Ucrania es frenar el avance ruso en Donbás y usarlo como base para un alto el fuego. — Sergey Radchenko, historiador militar
Ucrania enfrenta graves desafíos: la 47ª Brigada Mecanizada perdió la mitad de sus tanques M1 Abrams, y las brigadas 155ª y 157ª reportaron deserciones y falta de entrenamiento, debilitando las defensas en Pokrovsk. La mina de carbón Pokrovs’ke detuvo su producción por el avance ruso, y Metinvest evacuó personal. El presidente Volodymyr Zelenskyy espera que Donald Trump, tras reunirse en una cumbre de la OTAN, apoye sanciones más duras contra Rusia y un plan europeo para una “fuerza de disuasión”. Sin embargo, la suspensión de envíos de armas de EE.UU., debido a reservas agotadas, complica la situación.
Rusia, con 620,000 soldados en Ucrania y Kursk, busca presionar antes de posibles negociaciones. El Kremlin ve en Dnipropetrovsk una ventaja política para futuras conversaciones entre Zelenskyy y Putin, según el comandante Andrii Nazerenko. Mientras, la moral rusa parece fortalecida, con soldados avanzando a pesar de los drones ucranianos. La UE, liderada por David O’Sullivan, insiste en sanciones, pero reconoce que Rusia no parece interesada en un alto el fuego inmediato.