Moscú ha anunciado la captura de la ciudad minera e industrial de Toretsk, situada en el este de Ucrania. De confirmarse esta información, representaría uno de los mayores logros militares rusos en los últimos meses. Mientras tanto, en el ámbito diplomático, Keith Kellogg, enviado de Donald Trump, ha destacado que el presidente de Estados Unidos está decidido a aumentar las sanciones contra Moscú, enfocándose principalmente en el sector petrolero, con el objetivo de presionar a Rusia para que participe en negociaciones de paz, donde ambas partes deberán hacer concesiones para resolver el conflicto.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que Toretsk cayó después de cinco meses de intensos combates, durante los cuales Ucrania movilizó 40.000 soldados y sufrió la pérdida de 26.000. A pesar de esto, Kiev no ha confirmado la pérdida total de la ciudad, que antes del conflicto albergaba a 35.000 habitantes y ahora está prácticamente destruida. Si se confirma el anuncio ruso, esta sería la victoria más significativa desde la toma de Kurakhove en diciembre y Vuhledar en octubre. La captura de Toretsk podría permitir a las fuerzas rusas avanzar hacia Kramatorsk, una de las ciudades más estratégicas de la región de Donetsk.
En una entrevista, Kellogg expresó que Trump está preparado para intensificar las sanciones contra Rusia, señalando que hasta ahora las medidas restrictivas han sido insuficientes. El enfoque está dirigido a “la producción y exportaciones de petróleo”, aunque esto parece contradecir la intención de provocar una caída en los precios del crudo. Kellogg subrayó que el objetivo es detener los combates antes de negociar acuerdos de paz, afirmando que “no se puede salir de esta guerra matando”. Sin embargo, el Kremlin ha expresado que aún no ha recibido propuestas concretas de Estados Unidos. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, mencionó que muchas declaraciones se refutan o modifican rápidamente, por lo que Rusia opta por esperar algo sustancial.
Kellogg planea discutir sus propuestas con los aliados en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que tendrá lugar del 14 al 16 de febrero, y posteriormente reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Sin embargo, el plan estadounidense no se revelará completamente en ese foro, y el enviado de la Casa Blanca tiene previsto viajar a Kiev el 20 de febrero después de la conferencia.
En el contexto de las sanciones, una comisión del gobierno ruso ha desarrollado mecanismos legales para confiscar activos de países “no amigos” en respuesta a decisiones similares sobre capital ruso congelado en bancos occidentales. En abril de 2024, el Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para expropiar activos rusos en beneficio de Ucrania, aunque aún no se ha implementado. Actualmente, solo 5.000 millones de dólares de estos activos están en Estados Unidos, mientras que la mayor parte, 210.000 millones, se encuentra en Europa. Hasta ahora, los países del G7 han aprobado la confiscación de parte de los intereses futuros del capital congelado para financiar un préstamo de 50.000 millones de dólares a Kiev.