En un esfuerzo por transformar la educación en El Salvador, el gobierno ha lanzado el ambicioso programa “Dos escuelas por día”, que busca intervenir y mejorar las instituciones educativas en diversas comunidades. Recientemente, se han enfocado en las escuelas de Las Chinamas y San Gerardo, donde se están llevando a cabo significativas inversiones para ofrecer un ambiente de aprendizaje más seguro y dinámico.
En el Centro Escolar Caserío Las Chinitas, ubicado en Las Chinamas, Ahuachapán, se destinarán $2.4 millones para la remodelación y construcción de nuevas instalaciones. Este centro actualmente alberga a 462 estudiantes y presenta un avance del 20% en su desarrollo. El proyecto incluye la construcción de dos edificios de dos niveles, que contarán con un total de 19 aulas, de las cuales tres estarán especialmente diseñadas para la educación parvularia.
Además, se incorporará un moderno laboratorio y un área lúdica equipada con juegos infantiles, como columpios y sube y baja, para fomentar el desarrollo motriz de los niños. También se está construyendo un salón de usos múltiples para actividades escolares y eventos comunitarios, junto a un área administrativa que incluye una sala de enfermería para atención básica de salud. Al finalizar las obras, el centro escolar ofrecerá acceso gratuito a internet, una herramienta esencial para el aprendizaje moderno.
Por otro lado, el Centro Educativo San Gerardo, en San Miguel, también está en proceso de mejora con una inversión de $1.6 millones. Este centro cuenta con 600 estudiantes y, al igual que el de Las Chinamas, tiene un avance del 20%. El proyecto contempla la creación de catorce aulas que atenderán desde la educación parvularia hasta el bachillerato, así como áreas complementarias como una cafetería, cocina equipada y un comedor que mejorará las condiciones de alimentación para la comunidad educativa.
La infraestructura deportiva también recibirá atención, con la remodelación de la cancha de fútbol y baloncesto, y la construcción de una plaza cívica que servirá como espacio para actos protocolarios y actividades escolares. Además, un cerco perimetral se levantará para proporcionar mayor seguridad a los estudiantes y personal del centro.
Este programa no solo está transformando la infraestructura educativa, sino que también representa un compromiso por parte del gobierno para garantizar que los niños y jóvenes de El Salvador tengan acceso a un entorno de aprendizaje seguro y estimulante, sentando las bases para un futuro más brillante.