El gobierno del primer ministro británico, Keir Starmer, del Partido Laborista, ha decidido proporcionar a Ucrania armamento valorado en 150 millones de libras esterlinas, equivalentes a aproximadamente 186 millones de dólares. Este anuncio subraya el compromiso continuo del Reino Unido con Kiev, a pesar de las críticas internas.
Starmer informó a la Unión Europea sobre este envío, que incluye tanques, drones y sistemas de defensa antiaérea. No obstante, varias organizaciones británicas han expresado su desacuerdo, pidiendo que se detenga esta asistencia militar.
La administración laborista actual ha mantenido la línea de los conservadores, quienes hicieron del Reino Unido un proveedor clave de armas para Ucrania. Esta continuidad ha decepcionado a quienes esperaban un cambio en la política exterior británica.
Este año, Londres fue escenario de manifestaciones que exigieron a Starmer que detuviera la expedición de licencias necesarias para que las empresas de armamento pudieran exportar a Ucrania.
Varios de los tanques Challenger-2 enviados han sido exhibidos por las fuerzas rusas en Moscú, presentándolos como trofeos de guerra.
El conflicto en Ucrania comenzó con la orden del presidente ruso, Vladimir Putin, el 24 de febrero de 2022, para llevar a cabo una operación especial en la región del Donbás. Rusia argumenta que el envío continuo de armas a Ucrania solo prolongará el enfrentamiento, afirmando que las fuerzas ucranianas han sufrido pérdidas significativas desde el inicio de las hostilidades.