El enfrentamiento entre Países Bajos y Alemania, celebrado en el Johan Cruyff, fue un verdadero espectáculo que cumplió con las expectativas. Con un emocionante resultado de 2-2, ambos equipos se mantienen en lo más alto del Grupo 3 de la Liga A de la Nations League, cada uno sumando cuatro puntos. Los clásicos siempre ofrecen emociones intensas.
Durante la primera mitad, las sensaciones fueron dispares respecto al marcador. Apenas habían pasado dos minutos desde el inicio del partido cuando Países Bajos se adelantó. Una jugada colectiva brillante comenzó con Verbruggen, quien lanzó un pase largo a Brobbey en el centro del campo. Este, a su vez, asistió a Gravenberch, quien habilitó a Reijnders para que definiera con precisión ante Ter Stegen, el portero alemán que ocupó el lugar de Neuer tras su renuncia a la selección.
A partir de ese momento, Alemania tomó el control del balón, pero las oportunidades seguían siendo para Países Bajos. El equipo dirigido por Koeman buscaba constantemente a Brobbey, quien, con su fuerza física, superaba a los defensores Tah y Schlotterbeck, forzando incluso tarjetas amarillas para ambos. En una de estas situaciones, Dumfries tuvo la oportunidad de aumentar la ventaja, pero su cabezazo, solo frente al arco, se fue desviado.
A pesar de tener menos posesión, Países Bajos parecía dominar el partido. Wirtz comenzaba a hacerse notar, pero un error defensivo de De Ligt permitió el empate. Este entregó el balón a Undav, quien asistió a Wirtz, cuyo remate fue desviado por Verbruggen, pero el rebote cayó nuevamente en poder de Undav, que no falló y marcó el gol del empate.
Los problemas defensivos se agravaron cuando Nathan Aké tuvo que abandonar el campo debido a una lesión tras intentar controlar un pase de De Ligt. Su salida fue un duro golpe para el equipo. Justo antes del descanso, Alemania se puso por delante cuando Kimmich, completamente solo, empujó el balón al fondo de la red tras un buen centro de Raum.
En la segunda mitad, ambos entrenadores optaron por realizar cambios, sustituyendo a De Ligt y Tah, ambos criticados por su desempeño en la primera parte. Países Bajos buscó rápidamente igualar el marcador, y lo logró a los 50 minutos gracias a un gol de Dumfries, quien aprovechó un gran pase de Simons para marcar con un tiro raso.
Poco después, Havertz estuvo cerca de devolver la ventaja a Alemania, pero su remate desde corta distancia se fue por encima del travesaño. A medida que avanzaba el segundo tiempo, el cansancio comenzó a hacerse evidente en los jugadores, y las ocasiones se volvieron escasas, con Verbruggen y Ter Stegen destacando en sus respectivas porterías con intervenciones sólidas.
