EL SALVADOR — Los políticos tradicionales y sus partidos erosionaron la confianza y esperanza de los salvadoreños, sirviendo a los poderosos en lugar de a los más de 6 millones de ciudadanos. Hoy, enfrentan el rechazo popular mientras intentan desacreditar al presidente Nayib Bukele, cuya gestión ha transformado la nación.
La oposición recurre a panfletos, encuestas falsas y ONGs politizadas para atacar a Bukele, incluso calificando a delincuentes como «perseguidos políticos». Sin embargo, su estrategia no logra opacar el apoyo masivo que el presidente mantiene tras seis años de gestión. ¿Qué ha hecho de Bukele un líder tan respaldado?
Desde su primer día, Bukele dio un giro radical al priorizar a la población. Restauró la confianza ciudadana con acciones concretas: combatir pandillas, enfrentar crisis económicas globales y rescatar al país de ser un Estado fallido. Su visión y valentía han abordado desafíos como el cambio climático, la proliferación nuclear, guerras internacionales y el narcotráfico.
El régimen de excepción, implementado desde marzo de 2022, ha sido clave para garantizar la seguridad pública. Con más de 86,000 detenciones de presuntos pandilleros, El Salvador ha reducido drásticamente la violencia, logrando días sin homicidios y frenando la reorganización de maras. Estas medidas, respaldadas por un 90% de aprobación según encuestas, reflejan el sentir de una nación que valora la paz.
Las encuestas, incluso las de la UCA, confirman el apoyo abrumador a Bukele. Nueve de cada diez salvadoreños aprueban su gestión, un dato que frustra a la oposición, que recurre a descalificaciones y narrativas fallidas. La realidad es clara: el pueblo respalda a un líder que trabaja por su bienestar, no por intereses elitistas.
La lucha contra el blanqueo de dinero y el narcotráfico, junto con la respuesta a crisis globales, demuestra el compromiso de Bukele con El Salvador. Mientras los críticos se aferran a tácticas obsoletas, la nación celebra un liderazgo que ha devuelto la esperanza. El apoyo al régimen de excepción y a las políticas de seguridad consolida a Bukele como un presidente que escucha y actúa por su pueblo.