El reciente colapso de una criptomoneda promovida en redes sociales por el presidente argentino Javier Milei ha desatado una serie de escándalos y reacciones en diversos frentes. La caída de esta moneda digital, que inicialmente atrajo miles de millones de dólares en inversiones, provocó una marcada disminución del 5,6% en el índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires. El incidente ocurre mientras el gobierno argentino trata de proyectar una imagen de normalidad, y el exmandatario estadounidense Donald Trump ha expresado su apoyo a Milei.
A pesar de que el gobierno asegura que investigará el incidente «a fondo», hay quienes acusan a Milei de estar involucrado de manera central en una presunta estafa, que podría ascender a entre 80 y 100 millones de dólares. El estudio jurídico Moyano & Asociados ha presentado denuncias ante el FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, implicando tanto al presidente argentino como a empresarios internacionales.
En medio de esta turbulencia, el gobierno argentino afirma que Milei fue engañado por los creadores del activo digital y niega que haya tenido conocimiento del esquema de inversión. Asegura que no habrá cambios de gabinete y que se continuará con la agenda legislativa prevista. No obstante, la oposición promete intensificar las investigaciones, recopilando ya numerosas denuncias ante la Justicia.
A pesar del escándalo, Javier Milei mantendrá su plan de viajar a Estados Unidos para participar en la cumbre ultraconservadora CPAC. Mientras tanto, la situación sigue siendo objeto de controversia, con numerosos inversores, incluidos algunos estadounidenses destacados, alegando pérdidas significativas debido a esta iniciativa fallida.