ESTADOS UNIDOS — El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció el cierre oficial de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que dejará de ejecutar programas de ayuda exterior a partir del 1 de julio de 2025. El Departamento de Estado asumirá el control de los programas que se ajusten a los intereses nacionales de la administración de Donald Trump.
En una declaración emitida el martes, Rubio criticó duramente a USAID, afirmando que durante décadas no ha garantizado que sus programas apoyen los intereses de Estados Unidos. “Más allá de crear un complejo industrial de ONG a costa de los contribuyentes, la USAID tiene poco que demostrar desde el final de la Guerra Fría. Los objetivos de desarrollo rara vez se han cumplido, la inestabilidad a menudo ha empeorado y el sentimiento antiamericano no ha hecho más que crecer”, afirmó.
“Esta era de ineficiencia sancionada por el gobierno ha llegado oficialmente a su fin. A partir del 1 de julio, la USAID dejará oficialmente de ejecutar la ayuda exterior.”
Marco Rubio, secretario de Estado
El cierre de USAID se produce tras una revisión de seis semanas liderada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que resultó en la cancelación del 83% de los programas de la agencia, equivalente a unos 5,200 de sus 6,200 contratos. Entre los programas eliminados se encuentran iniciativas como una asignación de 1.5 millones de dólares para promover la diversidad, equidad e inclusión en Serbia y 70,000 dólares para un musical DEI en Irlanda, criticadas por no alinearse con los intereses nacionales.
Rubio destacó que los programas de ayuda exterior que continúen serán administrados por el Departamento de Estado con mayor responsabilidad y enfoque estratégico. Esta reestructuración forma parte del esfuerzo de la administración Trump para eliminar el despilfarro, el fraude y el abuso en el gobierno federal, según el secretario.
La decisión ha generado críticas de exmandatarios como Barack Obama y George W. Bush, así como de organizaciones humanitarias, que advierten sobre el impacto en poblaciones vulnerables y la pérdida de influencia global de EE.UU. Un estudio de The Lancet estima que los recortes podrían causar 14 millones de muertes prevenibles para 2030, incluyendo 4.5 millones de niños menores de cinco años.