ORIENTE MEDIO — En un audaz ataque, Israel lanzó un bombardeo aéreo desde sus cazas hacia instalaciones militares y de propaganda de Hamás en Doha, Qatar.
La operación, que alcanzó objetivos clave como campos militares, depósitos de combustible y la sede del departamento de propaganda de Hamás en varias ciudades yemeníes, dejó al menos 35 muertos y 131 heridos según el ministerio de Salud de Yemen.
El ataque fue justificado por el ejército israelí, afirmando su doctrina de atacar al enemigo “dondequiera que se encuentre”. En un video, el primer ministro Benjamín Netanyahu criticó a líderes mundiales que condenaron la acción y amenazó con nuevas intervenciones si naciones donan refugio a terroristas.
El ministerio de Defensa israelí involucró 15 cazas y detalló que los misiles se lanzaron desde fuera del espacio aéreo qatarí para evitar daños colaterales. Sin embargo, fuentes no oficiales indicaron dificultad para alcanzar a los dirigentes donde se reunían, ya que estos se trasladaron durante la oración del mediodía.
Qatar condenó el ataque y anunció acciones legales contra Israel, mientras que la ONU y Estados Unidos expresaron preocupación por la escalada del conflicto. Al mismo tiempo, en Gaza, el ejército israelí continuó sus operaciones demolieron edificios y advirtió a civiles en la ciudad, anticipando un conflicto prolongado.
La ofensiva ha puesto en riesgo los altos negociados que buscaban un alto al fuego en Gaza y la liberación de rehenes, con Qatar reconsiderando su papel como mediador.