ISRAEL — Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este martes 17 de junio de 2025 el lanzamiento de una nueva andanada de misiles desde Irán hacia su territorio, en el quinto día de un conflicto abierto entre ambas naciones. Según un comunicado del portavoz de las FDI en redes sociales, los sistemas de defensa aérea, incluyendo el Iron Dome, lograron interceptar la mayoría de los proyectiles, aunque se reportaron daños materiales en varias zonas. “Los sistemas de defensa están trabajando para interceptar la amenaza”, afirmó el portavoz, instando a los ciudadanos a permanecer en espacios protegidos hasta nuevo aviso.
El medio israelí N12 informó que el ataque consistió en ocho misiles adicionales tras un bombardeo inicial de unos 20 proyectiles, con múltiples intercepciones visibles en el cielo. Aunque no se reportan víctimas, los misiles causaron daños en estructuras, incluyendo un estacionamiento de autobuses en Herzliya, cerca de Tel Aviv, donde un proyectil dejó un cráter y provocó un incendio, según imágenes verificadas por NBC News. Por su parte, medios iraníes, citados por la agencia Tasnim, afirmaron que los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) alcanzaron con éxito un edificio del Mossad en Herzliya, aunque Israel no ha confirmado este impacto ni reportado bajas en instalaciones de inteligencia.
El intercambio de ataques, iniciado el 13 de junio con una ofensiva israelí no provocada contra instalaciones nucleares y militares iraníes, ha intensificado las tensiones en Oriente Medio. Irán, que reporta 224 muertes, principalmente civiles, ha lanzado más de 200 misiles y drones hacia Israel desde el viernes, con al menos 24 víctimas fatales en territorio israelí. La comunidad internacional, liderada por Rusia, China, Brasil y Turquía, ha condenado las acciones de Israel, mientras el presidente estadounidense Donald Trump, tras abandonar la cumbre del G7, convocó al Consejo de Seguridad Nacional para abordar la crisis. Las FDI continúan atacando objetivos en Teherán, incluyendo infraestructura energética, mientras Irán promete una “respuesta aplastante”, elevando el riesgo de una escalada regional con implicaciones globales.