FRANJA DE GAZA — Las fuerzas israelíes intensificaron su ofensiva en Gaza City, destruyendo torres y atacando tiendas de campaña y una escuela-refugio, lo que dejó al menos 21 muertos, según fuentes médicas reportadas por Al Jazeera.
El primer ministro Benjamin Netanyahu defendió los bombardeos en una reunión de gobierno, afirmando que destruyen «infraestructuras terroristas» y derriban «las torres del terror». Durante tres días, las FDI apuntaron a los edificios más altos de la ciudad, alegando que Hamás los usaba como puntos de observación para monitorear tropas israelíes.
La torre Al-Ruya fue la tercera derribada en 72 horas, tras órdenes de evacuación de las FDI. Netanyahu anunció una intensificación de las maniobras militares, aunque los ataques también impactaron civiles: una tienda, viviendas y la escuela Al-Farabi, convertida en albergue para desplazados.
La hambruna agrava la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, con cinco muertes más en 24 horas, incluyendo tres niños, elevando el total a 387 fallecidos por escasez de alimentos desde el inicio de la guerra. Las FDI instaron a la población a trasladarse a «zonas humanitarias» en Al Mawasi y Khan Yunis, al sur.
Estamos destruyendo las infraestructuras terroristas, derribando las torres del terror.Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel
Netanyahu afirmó que unos 100 mil habitantes han dejado Gaza City, pero acusó a Hamás de impedir evacuaciones y usar civiles como escudos humanos. Hamás calificó los ataques a las torres como «crímenes de guerra» contra edificios civiles. La protección civil de Gaza reportó al menos 50 edificios destruidos y 100 dañados.
Imágenes y testimonios en redes sociales muestran pánico entre los residentes de Gaza City ante el avance israelí. La vía diplomática avanza con lentitud: según Channel 12, el presidente de EE.UU. presentó a Hamás una propuesta para un acuerdo global que incluye la liberación de todos los rehenes —vivos y fallecidos— el primer día, a cambio de miles de palestinos detenidos, incluyendo cientos de terroristas, y el fin de la operación israelí para controlar Gaza.
Trump dirigiría las negociaciones personalmente, suspendiendo hostilidades hasta su conclusión. Hamás no ha respondido, aunque Israel estaría dispuesto a aceptarla. La guerra afecta también a Israel: un dron hutí penetró las defensas de las FDI y atacó la terminal del aeropuerto Eilat-Ramón, causando un herido leve y cierre temporal del espacio aéreo.
En días previos, el ejército israelí abatió tres drones desde Yemen, mientras dos cohetes de Gaza hacia el sur de Israel no causaron daños: uno interceptado y otro en zona despoblada. La condena internacional crece contra la ofensiva israelí y las manifestaciones pro-palestinas se multiplican.
En Reino Unido, la represión policial a una protesta en Londres en apoyo a Palestine Action —grupo catalogado como «terrorista» y prohibido— generó polémica. La policía reportó 890 detenciones en la manifestación del sábado, sumando más de 1.500 arrestos en semanas por apoyar al grupo, lo que ha provocado acusaciones de represión sin precedentes.
Mientras tanto, la Flotilla Global Sumud partirá desde Túnez el 10 de septiembre, retrasada por razones técnicas y logísticas. En el puerto de Sidi Bou Said, cientos de simpat