IRÁN — El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, firmó el 2 de julio de 2025 una ley que suspende la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), según la televisión estatal Press TV. La medida, aprobada unánimemente por el Parlamento el 25 de junio y ratificada por el Consejo de Guardianes, responde a los ataques estadounidenses del 22 de junio contra las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán, que Irán considera una violación del derecho internacional.
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional, liderado por Pezeshkian, supervisará la implementación de la ley, que prohíbe la entrada de inspectores del OIEA hasta que se garanticen la seguridad de las instalaciones nucleares iraníes. Teherán critica al OIEA por no condenar los bombardeos, que, según el ministro de Exteriores Seyed Abbas Araghchi, causaron “graves y severos daños”, especialmente en Fordo. Sin embargo, el alcance exacto sigue bajo evaluación, y no está claro si las instalaciones podrán reactivarse.
El OIEA puso en subasta su credibilidad internacional al no condenar los ataques. — Mohammad Bagher Ghalibaf, presidente del Parlamento iraní
El director del OIEA, Rafael Grossi, calificó la cooperación como una “obligación legal” bajo el Tratado de No Proliferación (TNP), al que Irán está suscrito desde 1970, e instó a reanudar las inspecciones para evaluar las reservas de uranio enriquecido al 60%, cercanas al grado armamentístico. Sin embargo, Irán insiste en que su programa es pacífico, respaldado por una fetua del ayatolá Alí Jameneí que prohíbe las armas nucleares. La suspensión, descrita como “temporal” por el portavoz Esmaeil Baqaei, podría ser una táctica de presión diplomática, aunque complica las negociaciones con EE.UU.
Los ataques, parte de la operación “Midnight Hammer” con bombas antibúnker GBU-57, fueron calificados por Donald Trump como un “éxito” que “obliteró” el programa nuclear iraní, aunque un informe del Pentágono filtrado sugiere que solo se retrasó unos meses, ya que Irán trasladó uranio enriquecido antes de los bombardeos. La decisión de Irán, que inicialmente consideró abandonar el TNP, intensifica la crisis diplomática y eleva el riesgo de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU. La UE, a través de Kaja Kallas, urge retomar el diálogo, pero Araghchi advierte que justificar los ataques implica “complicidad”.
Esta ruptura, tras una guerra de 12 días con Israel y los ataques de EE.UU., refleja las tensiones en torno al programa nuclear iraní, que acumula 408 kg de uranio al 60%, suficiente para varias bombas si se enriquece al 90%. Mientras Grossi busca una reunión de emergencia, la comunidad internacional teme una escalada en Oriente Medio.