ESTADOS UNIDOS — La jueza Ann Donnelly dictaminó que Huawei Technologies, líder en equipos de telecomunicaciones, debe enfrentar cargos penales por robo de tecnología, crimen organizado y fraude. Este fallo, emitido el martes, marca un nuevo capítulo en las tensiones entre EE.UU. y la empresa china.
En un documento de 52 páginas, la jueza rechazó la solicitud de Huawei para desestimar los 16 cargos de una acusación federal. Las autoridades estadounidenses alegan que Huawei conspiró para robar secretos comerciales, instaló equipos de vigilancia que ayudaron a Irán a espiar protestas en 2009 y realizó negocios en Corea del Norte, violando sanciones.
Los argumentos de Huawei para desestimar los cargos son prematuros. — Ann Donnelly
El caso, iniciado en 2018 durante el primer mandato de Donald Trump, incluye acusaciones contra Huawei por usar una empresa fantasma en Hong Kong, Skycom, para vender equipos a Irán, infringiendo sanciones. La exdirectora financiera, Meng Wanzhou, fue acusada de fraude por engañar al banco HSBC, pero fue liberada en 2021 tras un acuerdo.
China ha calificado estas acciones como “acoso económico” y acusa a EE.UU. de usar la seguridad nacional como pretexto para “oprimir” a sus empresas. Los abogados de Huawei argumentaron que las acusaciones son vagas y extraterritoriales, pero Donnelly afirmó que los cargos, incluyendo transferencias de más de 100 millones de dólares a través del sistema financiero estadounidense, son válidos.
A pesar de las sanciones que limitan su acceso a tecnología estadounidense, Huawei ha fortalecido su desarrollo de chips y se ha enfocado en el mercado chino, atendiendo a hospitales y fábricas. Este caso, con juicio previsto para mayo de 2026, podría impactar aún más su posición global y las relaciones entre EE.UU. y China.