FRANCIA — Las autoridades francesas lograron frustrar un atentado terrorista planeado por un joven de 18 años, identificado como Timothy G., en la región de Saint-Etienne. El sospechoso, que se autoproclama parte del movimiento incel, fue detenido el viernes cerca de un liceo con dos cuchillos en su mochila, según fuentes cercanas al caso.
El movimiento incel, abreviatura de “célibes involuntarios”, es una comunidad en línea que promueve el odio hacia las mujeres, culpándolas por su celibato. Este grupo ha sido vinculado a varios ataques mortales en el mundo, y en este caso, Timothy G. expresó claramente su intención de atacar a mujeres, lo que llevó a su rápida intervención por parte de la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI).
El joven fue puesto en prisión preventiva tras comparecer el martes por la noche ante un juez. La Fiscalía Nacional Antiterrorista (Pnat) lo acusó de asociación terrorista con el propósito de cometer uno o varios crímenes contra personas. De apariencia juvenil, con un cuerpo delgado y vestido con una camiseta azul, el sospechoso no parecía un combatiente, según su abogada, Maria Snitsar.
La abogada del joven, nacido en noviembre de 2006, afirmó que se trata de un adolescente que sufre, no de alguien preparado para actuar violentamente. Sin embargo, las autoridades destacan la gravedad del caso, ya que es la primera vez que el Pnat aborda un caso exclusivamente relacionado con la ideología incel, aunque esta había aparecido marginalmente en otros dos casos vinculados a la ultraderecha.
El movimiento incel ha ganado notoriedad por su discurso misógino, alimentado en plataformas como TikTok, donde Timothy G. consumía videos masculinistas. Este tipo de contenido, junto con figuras como el influencer Andrew Tate, seguido por millones y acusado de violaciones, ha sido señalado por su impacto en jóvenes vulnerables.
La serie de Netflix Adolescencia, estrenada esta primavera, ha destacado cómo los jóvenes están expuestos a influencias tóxicas en línea que promueven la violencia y el odio. Casos como el de Timothy G. subrayan la necesidad de abordar estas ideologías extremas que representan una amenaza creciente para la seguridad pública.
Francia refuerza su vigilancia ante el auge de estas ideologías, que han inspirado ataques como los de Anders Breivik en Noruega (2011) o Dylan Klebold en Columbine (1999). La detección temprana de este proyecto de atentado evitó una tragedia, pero pone en evidencia los desafíos de combatir el extremismo en línea.