ARGENTINA — Rosa Tarlovsky de Roisinblit, presidenta honoraria de Abuelas de Plaza de Mayo, falleció este sábado a los 106 años, dejando un legado imborrable en la lucha por los derechos humanos en Argentina y el mundo.
La organización Abuelas de Plaza de Mayo anunció la triste noticia mediante un comunicado, destacando la incansable dedicación de Rosa en la búsqueda de nietos y nietas apropiados durante la dictadura militar argentina (1976-1983). Su compromiso marcó un hito en la defensa de la memoria, la verdad y la justicia.
Solo nos quedan palabras de agradecimiento por su entrega, su solidaridad y el amor con el que buscó a los nietos y nietas hasta el final.Abuelas de Plaza de Mayo
Rosa, conocida cariñosamente como “Rosita” o “Site”, nació en 1919 en Moisés Ville, Santa Fe, y dedicó más de cuatro décadas a la causa de Abuelas. Su labor no solo se centró en encontrar a su propio nieto, Guillermo Pérez Roisinblit, restituido en el año 2000, sino en apoyar la búsqueda de cientos de bebés robados durante el terrorismo de Estado.
Su vida estuvo marcada por la tragedia personal, pero también por una fortaleza inquebrantable. Tras la desaparición de su hija Patricia y su yerno José en 1978, Rosa transformó su dolor en acción, convirtiéndose en una de las voces más firmes de la organización. Su trabajo fue clave en la identificación de 140 nietos, un logro que trasciende lo personal.
Rosa, quien fue vicepresidenta de Abuelas hasta 2021, recibió numerosos reconocimientos, incluyendo un Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario y el Premio Azucena Villaflor. Su elegancia, tenacidad y amor por la justicia la convirtieron en un símbolo de resistencia y esperanza.
La partida de Rosa deja un vacío en la lucha por los derechos humanos, pero su legado perdura en cada nieto restituido y en el compromiso de Abuelas de Plaza de Mayo por seguir buscando a quienes aún faltan.