En una reciente intervención en el programa Plataforma, el sociólogo Walter Fagoaga ofreció una profunda reflexión sobre las funciones esenciales de los partidos políticos y el impacto del financiamiento público en el sistema democrático.
Según Fagoaga, los partidos tienen tres roles fundamentales: primero, representar a los ciudadanos y canalizar sus voces a través de elecciones; en segundo lugar, formar parte del gobierno y reflejar los intereses de sus votantes; y, por último, proponer políticas que beneficien al electorado.
Fagoaga advirtió que la eliminación del financiamiento público a los partidos podría transformar el paisaje político de un sistema pluralista y multipartidista a una dinámica bipartidista o, incluso, a la consolidación de un partido hegemónico.
«Históricamente, el país contó con representación proporcional, lo que permitió el multipartidismo con polarizaciones en ARENA y el FMLN. Estamos viendo una transición potencial hacia la hegemonía partidista», explicó el sociólogo.
En cuanto al financiamiento, Fagoaga recalcó que éste abarca diversas áreas, como la autosuficiencia económica de los partidos, las campañas electorales y el sostenimiento continuo.
Para él, la transparencia en el manejo de los fondos, sean de origen privado o público, es fundamental para prevenir la corrupción y la influencia del crimen organizado.
«El financiamiento privado en la política requiere control para evitar corrupción y la influencia perniciosa del crimen organizado.
La confianza del ciudadano se erosiona cuando perciben oscuridad en las fuentes de fondos», señaló.
Finalmente, Fagoaga enfatizó que aunque el financiamiento es vital para el funcionamiento de la democracia, también puede ser terreno fértil para la corrupción y la desigualdad.
Superar estos desafíos es crucial para la salud democrática de El Salvador, subrayando la importancia de enfrentar estos riesgos con estrategias efectivas para proteger la integridad del proceso democrático.
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