EL SALVADOR — El Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador instaló este lunes la vista pública contra el exfiscal general de la República, Luis Antonio Martínez González, acusado de los delitos de omisión de la investigación y revelación de hechos, actuaciones o documentos secretos por empleado oficial en el caso conocido como Rais-Martínez. La Fiscalía General de la República sostiene que Martínez manipuló procesos penales durante su gestión (2012-2015), incorporando pruebas presuntamente falsas para favorecer a terceros, en una trama de corrupción que involucró al empresario prófugo Enrique Rais.
El abogado Mario Calderón, querellante en el proceso, afirmó que Martínez utilizó recursos institucionales para perjudicar a su esposa, Claudia María Herrera, y a otras víctimas, como Balmore García Villalta y Emerson Josué Zelaya, fabricando acusaciones en beneficio de Rais. También enfrentan juicio Julio Arriaza González, exdirector de Defensa de los Intereses de la Sociedad de la Fiscalía, acusado de actos arbitrarios, y el abogado Héctor Francisco Grimaldi, señalado por fraude procesal. La audiencia fue suspendida por la ausencia de los defensores de Grimaldi y se reanudará el 18 de junio, con 42 testigos propuestos por la Fiscalía.
Martínez, quien cumple arresto domiciliario, fue trasladado al tribunal bajo custodia policial. Su historial incluye una condena en 2018 a cinco años de prisión por divulgar material reservado en perjuicio del sacerdote Antonio Rodríguez, conocido como “Padre Toño”. En diciembre de 2024, la Cámara de lo Penal lo declaró culpable de enriquecimiento ilícito, ordenándole devolver $71,736 al Estado por irregularidades en depósitos bancarios y pagos injustificados. El caso Rais-Martínez, iniciado en 2016, expone una presunta red de corrupción judicial que ha generado indignación en El Salvador, reforzando la demanda de justicia contra exfuncionarios corruptos.