ESTADOS UNIDOS — Brendan Paul, exasistente de Sean “Diddy” Combs, testificó en el juicio por tráfico sexual y crimen organizado. Describió condiciones laborales extremas, trabajando hasta tres días sin dormir para el magnate musical.
Paul, exjugador de baloncesto de la Universidad de Syracuse, trabajó para Combs desde finales de 2022 hasta marzo de 2024. Fue arrestado por posesión de drogas en un aeropuerto de Opa-locka, Florida, el mismo día que allanaron las casas de Combs en Los Ángeles y Miami Beach. Los cargos fueron retirados tras completar un programa de desvío.
En su testimonio del 20 de junio, Paul dijo que fue contratado para planificar comidas y entrenamientos. Sin embargo, Combs exigía disponibilidad 24/7, comparando a sus asistentes con el Equipo SEAL 6, una unidad militar de élite. Paul afirmó que le advirtieron que rompiera con su novia por las demandas del trabajo.
Paul relató haber comprado drogas como marihuana, cocaína, éxtasis y ketamina por miles de dólares para Combs. También preparaba las “noches de hotel”, sesiones sexuales con drogas, llevando velas, condones, licor y una bolsa Gucci con medicamentos.
En una ocasión, Combs le gritó por olvidar una riñonera con drogas. La exjefa de gabinete, Kristina Khorram, le dijo que mantuviera un perfil bajo. Paul también admitió probar drogas para demostrar lealtad a Combs, sintiéndose “eufórico” pero sin efectos completos.
Tras la demanda de Casandra “Cassie” Ventura, exnovia de Combs, las noches de hotel cesaron. Paul negó ser una “mula de drogas” y describió sus sentimientos hacia Combs como “complicados”.
Combs, de 55 años, enfrenta cargos de crimen organizado, tráfico sexual y transporte para prostitución. Se declaró no culpable y está detenido en Brooklyn.