El Gobierno argentino intensificó su defensa del programa económico en un intento por disipar el temor de los mercados tras el escándalo por la criptomoneda $LIBRA, que involucra al presidente Javier Milei. Las autoridades económicas aseguraron que los activos argentinos no deberían verse afectados por la polémica y mantuvieron la intervención del Banco Central en el mercado cambiario financiero para controlar la brecha cambiaria.
Si bien los inversores internacionales no reaccionaron con medidas drásticas, se mantienen atentos a posibles investigaciones en Estados Unidos que podrían alterar la percepción de riesgo sobre los activos argentinos. La situación política interna también genera incertidumbre, especialmente de cara a las próximas elecciones legislativas, donde un debilitamiento del oficialismo podría afectar la estabilidad del mercado.
Recientemente, el equipo económico intensificó el diálogo con referentes financieros globales. El viernes 14 de febrero, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, participó en una videoconferencia con inversores de Wall Street, organizada por el Banco Santander, donde defendió el programa económico libertario y reafirmó el compromiso gubernamental con la disciplina fiscal y el control cambiario.
Bausili destacó que su programa se sostiene en tres pilares: un tipo de cambio bajo control mediante un crawling peg rígido, la restricción de la emisión monetaria y el equilibrio fiscal. El superávit financiero registrado en enero fue recibido con buenos ojos por entidades internacionales como Goldman Sachs, que destacó el cambio de tendencia respecto a los déficits de 2023. Este respaldo fue compartido en redes sociales por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien enfatizó: «Nada cambia la política económica, Argentina está en un cambio de ciclo y puede haber volatilidad, pero la tendencia no va a cambiar».
Otros funcionarios del Gobierno respaldaron la defensa del programa económico. Martín Vauthier, asesor y director del BICE, afirmó que «el equilibrio fiscal es un compromiso inquebrantable» y subrayó la importancia del orden macroeconómico para reducir la inflación y fomentar el crecimiento salarial. Por su parte, el director del Banco Central, Federico Furiase, sostuvo que el superávit de enero «permite continuar con la esterilización benigna de pesos» y destacó que la reducción del riesgo país y la brecha cambiaria refleja la solidez del programa.
Desde Wall Street, bancos como Morgan Stanley también valoraron positivamente el enfoque fiscal del Gobierno, señalando que «el equilibrio de las cuentas públicas es el pilar central del programa de estabilización y un activo en las negociaciones con el FMI». Sin embargo, advirtieron que la confianza de los inversores podría verse afectada si las negociaciones con el organismo internacional no alcanzan las expectativas. Según la consultora Adcap Grupo Financiero, el mercado prevé un acuerdo de facilidades extendidas (EFF) en marzo por 11.000 millones de dólares. Un monto inferior podría interpretarse como una señal negativa, especialmente si se posterga la resolución de cuestiones clave hasta después de las elecciones.
Mientras tanto, la polémica en torno a la criptomoneda $LIBRA sigue generando ruido en el entorno financiero. Aunque por ahora el mercado global no reaccionó de forma contundente, el posible avance de causas judiciales en Estados Unidos o Argentina podría modificar el panorama.
Por ahora, el Banco Central mantiene su capacidad de intervención en el mercado cambiario. Según Portfolio Personal Inversiones (PPI), el volumen operado el lunes 17 de febrero ascendió a 113 millones de dólares, por debajo del techo de intervención estimado para febrero (135 millones) y lejos de los 250 millones diarios registrados en enero. Esta estrategia busca contener la brecha cambiaria y evitar episodios de volatilidad que puedan alterar la estabilidad financiera.
NotiPress/Axel Olivares
GIPHY App Key not set. Please check settings