ESTADOS UNIDOS — El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detuvo a 56,397 inmigrantes hasta el 15 de junio de 2025 como parte de la campaña de deportaciones impulsada por el presidente Donald Trump. Sin embargo, solo el 28.3% de los arrestados tenía antecedentes penales, según un informe publicado por el centro TRAC de la Universidad de Syracuse, Nueva York.
Este número marca un récord desde mayo de 2019, cuando TRAC comenzó a divulgar estadísticas quincenales. Los datos muestran que, mientras los arrestos bajo el Departamento de Seguridad Nacional han aumentado, la proporción de inmigrantes con historial delictivo ha disminuido significativamente. El 71.7% de los detenidos no tenía antecedentes criminales, lo que cuestiona la narrativa oficial del gobierno.
Eso significa que solo el 28.3% había sido condenado por algún delito, muchos de ellos menores como infracciones de tráfico. TRAC, Universidad de Syracuse
El informe detalla que muchos de los delitos registrados son menores, como infracciones de tráfico, multas por llevar un perro sin correa, pescar sin licencia o conducir con una luz trasera apagada. Esto contrasta con el discurso del gobierno, que asegura que las deportaciones se centran en “criminales peligrosos”. TRAC también ajustó su metodología: ahora solo clasifica como criminales a quienes han sido condenados, excluyendo a aquellos con cargos penales pendientes.
Actualmente, los programas de Alternativas a la Detención (ATD) de ICE supervisan a 183,756 personas, entre familias e individuos solteros, según datos al 14 de junio. Estos programas utilizan tecnología como aplicaciones de monitoreo facial y GPS para vigilar a inmigrantes no detenidos, permitiendo que permanezcan en sus comunidades mientras sus casos migratorios avanzan.
Los datos de TRAC revelan una discrepancia entre las políticas migratorias de la administración Trump y su retórica. Mientras el gobierno insiste en priorizar a inmigrantes con antecedentes graves, las cifras muestran que la mayoría de los detenidos no representan una amenaza significativa. Esta tendencia pone en evidencia los desafíos de una campaña de deportaciones masivas y su impacto en comunidades inmigrantes en Estados Unidos.