ECUADOR — Un macabro descubrimiento ha puesto en alerta a las autoridades ecuatorianas. Este viernes, la Policía informó del hallazgo de cuatro cadáveres en una cisterna ubicada en una vivienda de la provincia costera del Guayas, en el suroeste del país. El coronel Víctor Ordóñez, comandante de la Zona 8 que incluye a Guayaquil, capital de la región, detalló que se trata de tres hombres y una mujer, esta última posiblemente de nacionalidad china. Las autoridades investigan si estos cuerpos corresponden a personas reportadas como secuestradas en días recientes.
El caso ha ganado relevancia tras la difusión de un video en redes sociales que muestra el secuestro de una ciudadana asiática en un almacén de la provincia. Según Ordóñez, uno de los cuerpos hallados en el sector de Nueva Prosperina podría pertenecer a un comerciante y otro a su empleado, ambos secuestrados recientemente, mientras que se analiza si el tercer hombre es un ciudadano reportado como desaparecido en Yaguachi, también en Guayas. Las primeras indagaciones revelan que las víctimas “fallecieron por asfixia, por sofocación”, sin que se observen “muestras visibles de violencia” en los cuerpos, lo que ha abierto nuevas líneas de investigación.
Por ahora, tres personas han sido detenidas para profundizar en los interrogatorios. Paralelamente, este viernes se reportó la liberación de una mujer secuestrada el jueves en un gimnasio de Guayaquil. Videos de seguridad captaron a cinco sujetos llevándose a la empleada de una institución educativa privada, quien no opuso resistencia. Desconocidos contactaron a su familia exigiendo 60,000 dólares por su rescate, pero gracias a la intervención de la Policía y unidades de inteligencia, la víctima fue rescatada sin que se hayan revelado detalles sobre su ubicación o detenciones relacionadas. El portal Primicias destacó la operación como un éxito de las fuerzas de seguridad.
El hallazgo de los cadáveres y el secuestro frustrado reflejan el aumento de los secuestros extorsivos en las zonas costeras de Ecuador, un fenómeno que las autoridades vinculan a grupos criminales relacionados con el narcotráfico. Desde el 9 de enero de 2024, el presidente Daniel Noboa declaró un “conflicto armado interno” contra estas organizaciones, clasificándolas como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales. Esta medida busca facilitar la acción de las fuerzas estatales para neutralizar la violencia que azota al país, especialmente en regiones como Guayas.