ITALIA — Con la temporada 2025-26 de la Serie A a punto de iniciar el 23 de agosto, diez de los veinte clubes ya cambiaron o cambiarán de técnico, pero el banquillo más prestigioso, el de la Nazionale, cuatro veces campeona mundial y dos de Europa, sigue vacante. Oficialmente, Luciano Spalletti permanece como seleccionador, pero tras la derrota 3-0 contra Noruega el viernes, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) le notificó su despido. A las 03:40 AM AEST del 12 de junio de 2025, la búsqueda de su reemplazo vive un giro dramático.
La FIGC había puesto sus esperanzas en Claudio Ranieri, de 73 años, retirado tras brillar con la AS Roma, para liderar el camino al Mundial 2026, donde Italia está tercera en el grupo I, a nueve puntos de Noruega. Las negociaciones avanzaban para un contrato de un año, pero un SMS nocturno de Ranieri a Gabriele Gravina, presidente de la FIGC, cambió todo: “No me siento preparado”. Ranieri priorizó su rol como asesor de los dueños estadounidenses de Roma. Luego, la FIGC contactó a Stefano Pioli, exentrenador del AC Milan y actual del Al-Nassr, pero su agente confirmó un inminente acuerdo con Fiorentina, cerrando esa vía. Estas negativas, según el exseleccionador Arrigo Sacchi, reflejan la crisis de la Nazionale, ausente en los Mundiales 2018 y 2022, y eliminada en octavos de la Euro 2024. Sacchi urgió en La Gazzetta dello Sport a que alguien asuma “coraje y responsabilidad”.
La salvación podría venir de los campeones de 2006. Daniele De Rossi, Fabio Cannavaro y Gennaro Gattuso, este último destacado por su temperamento volcánico, son los nombres en danza. Gattuso, quien dejó recientemente al Hajduk Split tras una temporada y solo ganó una Copa de Italia con Nápoles, emerge como favorito para revitalizar a una selección carente de personalidad, según la prensa italiana.
