COSTA RICA — El país enfrenta un preocupante aumento en la violencia, al registrar 438 homicidios en el primer semestre de 2025, según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Esta cifra supera los 430 casos reportados en el mismo período de 2024, evidenciando un incremento en la inseguridad que desafía la histórica imagen de paz del país.
El alza en los homicidios está principalmente vinculada al narcotráfico y las disputas territoriales entre grupos criminales. Provincias como San José y Limón concentran la mayor cantidad de casos, con un aumento significativo en el uso de armas de fuego. Este escenario refleja la creciente influencia de organizaciones criminales transnacionales que utilizan a Costa Rica como un punto estratégico para el tráfico de drogas hacia Norteamérica y Europa.
Con 438 asesinatos hasta el 27 de junio de 2025, Costa Rica ya supera las cifras del año pasado, lo que podría marcar el tercer año más violento de su historia.Organismo de Investigación Judicial
El Organismo de Investigación Judicial reportó que, hasta el 27 de junio, el promedio diario de homicidios en 2025 es de aproximadamente 2.4, un incremento respecto al promedio de 2024. Este repunte ha generado alarma entre la población, con encuestas recientes indicando que el 41.8% de los costarricenses considera la inseguridad como el principal problema del país.
El gobierno de Rodrigo Chaves ha implementado medidas como el plan Costa Rica Segura Plus 2023-2030, que incluye la contratación de nuevos policías y la instalación de escáneres en puertos clave como Moín. Sin embargo, la falta de recursos y una estrategia integral limita los resultados. La corrupción policial y los bajos salarios, que rondan los $600 al mes, también representan un obstáculo para combatir la violencia de manera efectiva.
En Limón, un importante punto de salida para el tráfico de cocaína, los enfrentamientos entre bandas locales y grupos transnacionales han intensificado la violencia. En San José, los homicidios relacionados con el sicariato y las disputas por el control del mercado de drogas han incrementado la percepción de inseguridad, afectando tanto a residentes como al turismo.
La situación ha llevado a un cambio en la opinión pública, con un creciente apoyo a políticas de “mano dura”, inspiradas en modelos como el de Nayib Bukele en El Salvador. Sin embargo, estas medidas generan preocupación por su impacto en los derechos humanos y la tradición democrática de Costa Rica, un país que abolió su ejército en 1948.
La inseguridad y el crimen son ahora la principal preocupación de los costarricenses, superando incluso problemas como el costo de vida y la corrupción.Centro de Investigación y Estudios Políticos, abril 2024
Para revertir esta tendencia, expertos sugieren que el gobierno debe fortalecer la prevención, mejorar las condiciones de las fuerzas policiales y fomentar la cooperación internacional. Mientras tanto, los homicidios en Costa Rica siguen siendo un recordatorio de los desafíos que enfrenta el país para mantener su reputación de paz y estabilidad.