EL SALVADOR — Seis miembros de la facción revolucionaria de la pandilla 18 fueron sentenciados a penas de 15 y 20 años de cárcel por intentar asesinar a una persona y por el delito de agrupaciones ilícitas, según informó el Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador. La justicia salvadoreña da un paso firme contra la violencia pandillera.
Detalles del caso
El 7 de julio de 2021, en la colonia Santa Rosa de Cuscatancingo, los pandilleros privaron de libertad a una víctima, la trasladaron a un predio baldío y la atacaron brutalmente. La Fiscalía demostró que los acusados golpearon a la persona, la hirieron con un arma blanca, la amarraron y la metieron en un saco con la intención de arrojarla a una quebrada.
Afortunadamente, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) intervinieron a tiempo, rescatando a la víctima y frustrando el crimen. Tres de los pandilleros fueron capturados en flagrancia, mientras que los otros fueron arrestados posteriormente mediante una orden emitida por la Fiscalía.
Los condenados y sus penas
El Tribunal impuso la pena más severa, 20 años de prisión, a Francisco David Rojas Espinoza, quien actualmente está prófugo. Los otros cinco pandilleros, José Manuel González Ostorga, Ezequiel Antonio Hernández Ayala, Marvin Alexánder Juárez Dubón, Élmer Alexis Méndez Ascencio y David Ernesto Escobar López, recibieron 15 años de cárcel cada uno.
Esta condena refleja el compromiso de las autoridades para combatir la violencia pandillera en El Salvador.
Fiscalía General de la República
La lucha contra las pandillas en El Salvador
La pandilla 18, junto con otras organizaciones criminales, ha sido responsable de numerosos actos de violencia en el país. Este caso destaca la efectividad de la coordinación entre la Fiscalía y la PNC para desarticular estructuras criminales. Durante la vista pública, la Fiscalía presentó pruebas contundentes que confirmaron la pertenencia de los acusados a la facción revolucionaria de la 18 en Cuscatancingo.
El gobierno salvadoreño ha intensificado sus esfuerzos para combatir el crimen organizado, especialmente desde la implementación de medidas de seguridad más estrictas en 2022. Sin embargo, la presencia de pandillas sigue siendo un desafío en comunidades como Santa Rosa, donde la población vive bajo la constante amenaza de la violencia.