El modesto equipo del Brest afrontó su despedida de la competición europea buscando dejar una última impresión positiva, aunque al final fue superado ampliamente.
A pesar de un desafiante recorrido en el torneo, donde lograron sorprender al colarse entre los 24 mejores equipos contra todo pronóstico, su enfrentamiento en el Parque de los Príncipes reflejó la magnitud de su desafío.
El París Saint-Germain no mostró piedad. Barcola inauguró el marcador al minuto 20, escapando del fuera de juego por escasos milímetros y sorprendiendo al portero Grégoire Coudert con un disparo al palo corto. Sin apenas resistencia, el Brest sintió el dominio del equipo parisino, que exhibía su talento ofensivo en cada avance.
El recién llegado Kvaratskhelia dejó su marca en el encuentro, al aprovechar un centro de Joao Neves desde la derecha que inicialmente parecía impreciso, anotando con un disparo casi sin ángulo para estrenar su casillero en la Liga de Campeones.
Mientras tanto, el portero italiano del PSG, Gianluigi Donnarumma, brilló en el arco, realizando destacadas atajadas en las pocas ocasiones que el Brest logró inquietar la defensa parisina.
Durante el segundo tiempo, la intensidad del Brest fue disminuyendo, permitiendo al PSG maniobrar libremente en el área rival. Fabián Ruiz, en plena ofensiva, estuvo cerca de marcar en dos ocasiones, y Vitinha no perdonó, anotando el tercer gol al minuto 59.
La goleada continuó con Desiré Doué, quien recién ingresado al campo, aprovechó un centro de Gonçalo Ramos para marcar el cuarto.
Mendes amplió la cuenta cinco minutos después con un preciso pase de Achraf Hakimi. Gonçalo Ramos no se quedó atrás, sumando el sexto para el PSG, mientras que Mayulu cerró el contundente marcador en el minuto 76.
Aunque el resultado final no reflejó la calidad demostrada durante su campaña europea, el Brest se despidió dignamente de la competencia, dejando un legado de esfuerzo y sorpresas memorables en su histórico recorrido.