ISRAEL — La agencia iraní Tasnim informó que un ataque perpetrado el martes por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) contra instalaciones de inteligencia al norte de Tel Aviv resultó en la muerte de “un número significativo” de altos oficiales de los servicios israelíes Aman (inteligencia militar) y Mossad (inteligencia extranjera). Según el medio, el ataque empleó un nuevo tipo de misil y tuvo un “alto impacto”, dirigido al centro de inteligencia militar y un sitio de operaciones especiales del Mossad. Tasnim acusó a Israel de imponer una “severa censura informativa” para ocultar las bajas, afirmando que Tel Aviv evita publicar datos sobre oficiales y comandantes muertos o heridos.
El ataque se enmarca en una escalada iniciada el 13 de junio, cuando Israel lanzó una ofensiva no provocada contra Irán, desencadenando cinco días de bombardeos mutuos. La operación israelí, bautizada “Rising Lion”, incluyó ataques a instalaciones nucleares y militares iraníes, matando a comandantes clave como Mohammad Bagheri y Hossein Salami, según medios iraníes. Irán respondió con misiles balísticos y drones, causando al menos 24 muertes en Israel, mientras que en Irán se reportan 224 víctimas, mayoritariamente civiles. La comunidad internacional ha reaccionado con alarma: Rusia, China, Brasil, Venezuela, Cuba, Turquía y Arabia Saudita condenaron la agresión israelí como una violación del derecho internacional. El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a Donald Trump sobre una posible “catástrofe nuclear” en Oriente Medio, mientras el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, denunció el riesgo de una escalada incontrolable.
El presidente estadounidense, Donald Trump, tras abandonar la cumbre del G7 en Canadá, negó haber iniciado contactos con Irán para un cese al fuego y convocó al Consejo de Seguridad Nacional, exigiendo que Teherán “se rinda completamente” en su programa nuclear. La Unión Europea, por su parte, insiste en la diplomacia para evitar que Irán desarrolle armas nucleares. Mientras tanto, los enfrentamientos continúan, con Irán prometiendo una “respuesta aplastante” y Israel afirmando que sus operaciones persistirán hasta neutralizar la amenaza iraní. La región permanece al borde de un conflicto mayor, con implicaciones globales para la seguridad y la economía.
