Las Fuerzas Armadas de Rusia lograron un avance significativo en el frente de batalla al ocupar la localidad de Yámpolovka en la República Popular de Donetsk, tras intensos enfrentamientos.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, los combates fueron liderados por las unidades del grupo de tropas del oeste, que lograron romper las defensas ucranianas mediante una ofensiva rápida y estratégica.
El informe del Ministerio subraya que, en las últimas 24 horas, las tropas ucranianas sufrieron más de 250 bajas en la zona bajo operación de este grupo militar.
Además, las fuerzas ucranianas perdieron dos vehículos blindados estadounidenses M113, y quedaron fuera de combate varias piezas de artillería pesada, así como ocho automóviles y otros equipos militares.
En paralelo, las fuerzas del grupo Centro lograron infligir más de 295 bajas adicionales a los efectivos ucranianos, destruyendo también un tanque, otro vehículo M113, y 10 piezas de artillería pesada, incluidas unidades avanzadas como el obús autopropulsado estadounidense Paladin.
En el sector este, los combates resultaron en 175 bajas ucranianas en distintos puntos de las regiones de Donetsk y Zaporozhie. Rusia también llevó a cabo varios ataques aéreos dirigidos a infraestructuras energéticas al servicio de las fuerzas militares ucranianas, además de objetivos como bases aéreas y depósitos de drones.
Adicionalmente, las fuerzas de defensa antiaérea rusas interceptaron con éxito 14 misiles lanzados por sistemas estadounidense Himars, además de 73 drones de ala fija pertenecientes a Ucrania.
El analista militar Andrei Marochko añadió que el ejército ruso consiguió avanzar 1,2 kilómetros en territorio previamente ocupado por las tropas ucranianas cerca de Terny, lo que facilitó la entrada y consolidación en Yámpolovka, mejorando así su posición táctica tras una intensa preparación artillera.