En el emocionante enfrentamiento de la Premier League, el Manchester City logró imponerse al Wolverhampton Wanderers con un marcador de 2-1. El partido, disputado en el Molineux Stadium, fue una vibrante demostración de la resiliencia y calidad del equipo dirigido por Pep Guardiola.
Wolverhampton sorprendió al Manchester City al adelantarse rápidamente en el minuto 7 con un gol de Jorgen Strand Larsen, quien aprovechó un preciso pase de Nelson Semedo. Este tanto inicial encendió el ambiente en el estadio y puso en aprietos al equipo visitante.
Manchester City no tardó en reaccionar y consiguió igualar el marcador en el minuto 33 gracias a un impresionante disparo de Josko Gvardiol desde fuera del área. Este gol devolvió la confianza al equipo y les permitió controlar el ritmo del juego.
El partido se decidió en los últimos momentos del tiempo de descuento, cuando John Stones anotó de cabeza en el minuto 95 tras un centro de Phil Foden. Inicialmente, el gol fue anulado por fuera de juego, pero tras una revisión del VAR, se confirmó como válido, asegurando así la victoria para Manchester City.
Esta victoria catapultó al Manchester City a la cima de la tabla de la Premier League, destacando su consistencia y capacidad para ganar partidos clave. Por otro lado, Wolverhampton continúa en la parte baja de la clasificación, con solo un punto en ocho partidos, lo que refleja la necesidad de mejorar su rendimiento para salir de la zona de descenso.
El encuentro fue una clara demostración de la competitividad de la Premier League, donde cada partido ofrece giros inesperados y momentos de alta tensión. Los aficionados disfrutaron de un espectáculo lleno de emociones, con actuaciones destacadas y un desenlace dramático.
