Luz María Cruz Torres, actual alcaldesa de Usulután Norte, se encuentra en el centro de la atención pública debido a su salario y el de otros funcionarios de su administración. La alcaldesa percibe un ingreso mensual de $7,000, además de $3,000 adicionales destinados a gastos.

Esta información, que antes no había sido divulgada, fue expuesta recientemente por un grupo de hackers conocido como ciberinteligenciasv, quienes revelaron los salarios de varios funcionarios municipales, incluyendo el de la síndica, que tiene un salario de $3,500.

La falta de transparencia en la administración de Luz María y su equipo ha suscitado inquietudes entre los ciudadanos. Durante su campaña electoral, tanto Luz María Cruz Torres como su esposo, Beto Chumba, quien ocupa el cargo de director de directores, hicieron promesas de transparencia y de lucha contra la corrupción. Sin embargo, la información filtrada por ciberinteligenciasv ha puesto en entredicho estas promesas, sugiriendo una discrepancia entre lo que se predica y lo que se practica.

A pesar de la revelación de los salarios de la alcaldesa y la síndica, los sueldos del resto del consejo municipal, así como el de Beto Chumba, no han sido divulgados. Esto ha llevado a especulaciones sobre la gestión y la ética de la administración actual. La relación familiar entre Luz María y Beto, sumada a su rol como director de directores, plantea interrogantes sobre posibles conflictos de interés y prácticas corruptas.

La revelación de los salarios y la relación entre los miembros del consejo municipal también pone de manifiesto la importancia de la vigilancia ciudadana. Los habitantes de Usulután Norte tienen el derecho de conocer cómo se administran sus impuestos y de exigir que sus representantes actúen con integridad. La transparencia en la gestión pública es fundamental para construir la confianza entre los ciudadanos y sus líderes.

El caso de Luz María Cruz Torres y Beto Chumba es un ejemplo de cómo las promesas de campaña pueden verse socavadas por la falta de acción en la práctica. La confianza que los votantes depositaron en ellos se ve afectada por la percepción de que están más interesados en su propio beneficio que en el bienestar de la comunidad. Esto subraya la importancia de la integridad en la política y la necesidad de que los funcionarios se mantengan fieles a sus compromisos.

 Los ciudadanos de Usulután Norte, que depositaron su confianza en la pareja durante las elecciones, ahora se sienten decepcionados por la percepción de falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos. Esta situación resalta la necesidad de una mayor rendición de cuentas por parte de los funcionarios electos, así como de mecanismos que aseguren que las promesas de campaña se materialicen en acciones concretas.

La situación actual en Usulután Norte es un recordatorio de que la lucha contra la corrupción comienza con la transparencia y la ética en el servicio público.