En las últimas semanas, las tensiones entre los militantes y líderes de los partidos tradicionales ARENA y el FMLN han alcanzado un punto álgido, desencadenando acusaciones de fraude y conflictos en las elecciones internas que ambos institutos políticos han llevado a cabo para determinar los puestos de liderazgo interno y las candidaturas para cargos públicos.
Recientemente, el partido FMLN concluyó sus comicios internos para elegir a su nueva dirigencia, desatando una ola de alegatos sobre posibles irregularidades en el proceso que tuvo lugar el domingo 14 de julio. Durante esta contienda, los afiliados del partido se encargaron de definir 42 cargos de importancia, incluyendo la secretaría general y la secretaría general adjunta para el período 2024-2029. A pesar de que la Comisión Especial Electoral (CEE) del FMLN anunció a Manuel Flores como ganador de la secretaría general y a Marleni Funes como secretaria adjunta, los oponentes Simón Paz y Dina Argueta no han dado su visto bueno a los resultados.
En medio de esta controversia, Dina Argueta ha utilizado las redes sociales para denunciar presuntas irregularidades, como la falta de inscripción de candidatos a puestos de liderazgo interno, acciones que al parecer favorecieron la victoria de Flores. Por su parte, el recién elegido secretario general ha declinado hacer comentarios directos sobre las acusaciones, instando a que se presenten pruebas concretas a las instancias correspondientes dentro del partido para su revisión y resolución.
Mientras tanto, el partido ARENA también ha experimentado su propia crisis durante sus últimas elecciones internas, la cual se prolongó más allá de los comicios generales de inicios de año. Una de las acusaciones más destacadas provino de Joel Sánchez, quien afirmó que la dirigencia liderada por Carlos García le solicitó la suma de $30 millones a cambio de no retirar su candidatura presidencial. Estas acusaciones surgieron tras las elecciones de febrero y se sumaron a una serie de críticas hacia la cúpula del partido, incluyendo la falta de liderazgo durante la campaña presidencial.
En respuesta a estas alegaciones, se abrió un proceso de expulsión en contra de Sánchez por parte del Tribunal del partido, aunque finalmente este decidió renunciar antes de conocer el fallo definitivo. Otros cuestionamientos surgieron de Marcela Villatoro, aspirante a un nuevo período como diputada, quien acusó a García de favorecer la candidatura interna de Ondina Ramos en perjuicio de otros candidatos.
La disputa interna en ARENA no ha cesado, incluso tras las elecciones, con Villatoro lamentando la falta de respaldo por parte de García hacia ella y otros miembros del partido. La diputada expresó su descontento por la falta de apoyo recibido, a pesar de haber sido elegida como representante en la Asamblea. Por su parte, Francisco Lira, diputado reelecto por La Libertad, demandó una refundación del partido y la inclusión de nuevos liderazgos en los espacios de toma de decisiones.
En un mensaje claro, Lira apuntó a la necesidad de renovar ARENA y brindar oportunidades a las generaciones más jóvenes de militantes. Las elecciones internas pasadas del partido han sido objeto de críticas por supuestos bloqueos a candidaturas de miembros jóvenes, lo que ha generado tensiones y divisiones dentro de la agrupación. Con estos conflictos en mente, la historia de las luchas internas en ambos partidos tradicionales continúa, evidenciando la complejidad y los desafíos que enfrentan en su proceso de renovación y adaptación a las demandas cambiantes de la sociedad actual.
