EE.UU. — El expresidente Donald Trump declaró que, gracias a su intervención personal, Washington D.C. pasó de ser considerada una de las ciudades más peligrosas de EE.UU., e incluso del mundo, a convertirse en una de las más seguras en tan solo unas semanas.
En agosto, Trump ordenó a las agencias federales de seguridad aumentar su presencia en las calles de la capital durante siete días, con la posibilidad de extender su despliegue según las circunstancias de violencia y criminalidad.
El exmandatario también advirtió anteriormente sobre la posibilidad de imponer control federal en otras ciudades de mayoría demócrata como Chicago o Baltimore (Maryland), con la intención de reforzar la seguridad pública de manera directa.
Asimismo, el domingo anunció su disposición a tomar el control federal de Washington D.C. e imponer el estado de emergencia si fuese necesario.
“¡Declararé una emergencia nacional y federalizaré, si es necesario!”, Donald Trump en Truth Social
Estas declaraciones surgieron en respuesta a la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser, quien afirmó que la Policía local dejará de colaborar con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en las deportaciones de migrantes.
La postura de Trump reaviva el debate sobre el uso de fuerzas federales en ciudades con alta criminalidad y sobre la tensión política entre autoridades locales y el gobierno central en temas de seguridad e inmigración.