El efecto contundente que produce la barra de jabón suele eliminar no solo suciedad, sino también bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que forman el microbioma de la piel facial. Sin embargo, no todo el microbioma debe ser erradicado.
Algunos microorganismos son beneficiosos para la salud de la piel, ayudando a prevenir y combatir problemas dermatológicos como el acné y la dermatitis atópica. Por ello, para conservar un equilibrio saludable en la piel del rostro, es recomendable usar productos de limpieza con un efecto menos agresivo que el de las barras de jabón.
La importancia de productos suaves para la piel
Varios dermatólogos coinciden en que, para mantener la piel limpia, muchas veces basta con agua tibia, que elimina suciedad y grasa sin eliminar los aceites y componentes naturales que protegen la piel.
El rol de los surfactantes en la limpieza
Las barras de jabón emplean químicos llamados surfactantes o tensoactivos, diseñados para disolver grasa y mugre facilitando la limpieza. Estos pueden provenir de detergentes sintéticos o de bases jabonosas, como es el caso de los jabones en barra.
Los riesgos de una limpieza excesiva
Los surfactantes jabonosos, debido a su potente acción, pueden causar:
- Resequedad, enrojecimiento e irritación.
- Eliminación del factor natural de hidratación de la piel.
- Destrucción del microbioma protector facial.
Por esto, los expertos recomiendan optar por productos que respeten el equilibrio de la barrera cutánea, evitando el uso prolongado de barras de jabón agresivas para la limpieza del rostro.