IRÁN — El ministro de Exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi, denunció en una entrevista con CBS News que las instalaciones nucleares del país, particularmente el complejo de Fordo, sufrieron “graves y severos daños” tras los bombardeos estadounidenses del 22 de junio de 2025. La magnitud exacta del impacto aún está bajo evaluación, generando incertidumbre sobre el futuro del programa nuclear iraní.
Araghchi explicó que la Organización de Energía Atómica de Irán realiza una evaluación técnica para determinar el alcance de los daños en Fordo, Natanz e Isfahán, los sitios atacados. “No sabemos si estas instalaciones podrán reactivarse en el futuro”, afirmó, destacando que los informes técnicos serán clave para entender si el programa nuclear pacífico de Irán puede continuar.
Lo que sabemos es que las instalaciones han sufrido graves y severos daños. — Seyed Abbas Araghchi
A pesar de los ataques, Araghchi reiteró que Irán no busca desarrollar armas nucleares, citando una fetua del líder supremo, el ayatolá Alí Jameneí, que prohíbe su producción. Sin embargo, el director del OIEA, Rafael Grossi, señaló que los daños en Fordo, construido bajo una montaña, son “muy considerables”, aunque Irán trasladó uranio enriquecido antes de los bombardeos, según fuentes cercanas al OIEA.
Los ataques, parte de la operación “Midnight Hammer”, incluyeron bombas antibúnker GBU-57A/B MOP, diseñadas para penetrar estructuras fortificadas. Un informe del Pentágono sugiere que el programa nuclear iraní solo se retrasó unos meses, mientras Trump afirmó que las instalaciones fueron “completamente destruidas”. Esta discrepancia genera dudas sobre el impacto real.
Irán evalúa reanudar conversaciones con EE.UU., pero Araghchi señaló que los bombardeos complican el diálogo. Mientras tanto, la comunidad internacional, liderada por el OIEA, urge una solución diplomática para evitar una escalada. Los daños en Fordo y las tensiones con EE.UU. subrayan la fragilidad de la estabilidad en la región.