UCRANIA — La ofensiva rusa de verano en Ucrania, lanzada en mayo de 2025, se está estancando tras semanas de intensos ataques en múltiples frentes, según informó The Telegraph el 29 de junio de 2025. A pesar de un número récord de operaciones ofensivas, Rusia no logra avances significativos en el campo de batalla, según un análisis de datos citado por el periódico británico.
La campaña, que abarca desde las regiones fronterizas de Sumy y Járkov hasta Donetsk y Dnipropetrovsk, muestra un estancamiento, especialmente en Sumy, donde las fuerzas rusas no han logrado progresar tras reingresar en enero y aumentar la presión esta primavera. Ucrania, por su parte, ha recuperado terreno en esta región, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). En Donetsk, los avances rusos, aunque constantes en mayo con un promedio de 14 kilómetros cuadrados diarios según el proyecto ucraniano DeepState, han perdido impulso, especialmente entre Pokrovsk y Kostiantynivka, objetivos clave de Moscú.
“Los rusos no tienen la capacidad de lanzar algo nuevo y distintivo en este momento. La ofensiva de verano será simplemente una continuación de lo que hicieron en primavera”, afirmó Angelica Evans, analista de Rusia del ISW, a The Telegraph. El volumen de ataques rusos, que busca batir el récord de operaciones ofensivas de mayo, no se traduce en resultados estratégicos, lo que refleja las limitaciones de recursos y la resistencia ucraniana, apoyada por drones y contraataques tácticos.
La ofensiva rusa, inicialmente prevista para el invierno, se enfrenta a desafíos logísticos y de personal, agravados por sanciones y pérdidas acumuladas, según analistas. Mientras tanto, Ucrania, pese a sus propios problemas de reclutamiento y suministros, ha fortalecido sus defensas con posiciones más pequeñas y camufladas, según el ministro de Defensa, Rustem Umerov. La falta de maniobras rápidas con blindados, reemplazadas por infantería y drones, limita aún más el impacto ruso, según reportes.
Este estancamiento ocurre en un contexto de negociaciones de paz estancadas, con Rusia exigiendo el control de territorios anexionados y Ucrania buscando garantías de seguridad. La intensificación de ataques aéreos rusos con drones y misiles sigue afectando a civiles, con 11,743 muertos y 24,614 heridos desde 2022, según la ONU, lo que subraya la urgencia de una solución diplomática.