REINO UNIDO — El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció la adquisición de 12 aviones de combate F-35A fabricados en Estados Unidos, capaces de transportar bombas nucleares, marcando un hito en la expansión de la capacidad de disuasión nuclear del Reino Unido. La decisión, presentada durante la cumbre de la OTAN en La Haya, Holanda, fue descrita por el gobierno como “el mayor refuerzo de la postura nuclear de Reino Unido en una generación”.
Los F-35A, que se desplegarán en la base de la RAF Marham en Norfolk, formarán parte de la misión nuclear de aviones de doble capacidad (DCA) de la OTAN, permitiendo al Reino Unido contribuir con aviones capaces de transportar tanto armas convencionales como bombas nucleares B61 estadounidenses almacenadas en Europa. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, elogió la iniciativa, calificándola como “otra sólida contribución británica a la OTAN”.
En una era de incertidumbre radical, no podemos dar la paz por sentada. Estos aviones de doble capacidad fortalecerán nuestras fuerzas armadas y apoyarán a comunidades en todo el país a través de nuestra industria de defensa.
Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido
El Reino Unido eliminó las armas nucleares lanzadas desde el aire en la década de 1990 tras el fin de la Guerra Fría, dependiendo desde entonces de sus submarinos Trident para su disuasión nuclear. La incorporación de los F-35A reintroduce la capacidad nuclear aérea de la Royal Air Force por primera vez desde 1998, respondiendo a las crecientes amenazas globales, incluidas las de Rusia, según el gobierno británico.
El uso de armas nucleares en esta misión requeriría la aprobación del grupo de planificación nuclear de la OTAN, el presidente de Estados Unidos y el primer ministro británico. Además, el Reino Unido planea adquirir hasta 138 F-35 en total, con esta compra de 12 F-35A generando ahorros de hasta un 25% por avión en comparación con los F-35B, y apoyando más de 20,000 empleos en la industria británica.
En el mismo evento, Starmer anunció el envío de 350 misiles de defensa antiaérea a Ucrania, financiados con 70 millones de libras (95 millones de dólares) provenientes de intereses de activos rusos incautados. Este apoyo refuerza el compromiso del Reino Unido con Kyiv frente a la agresión rusa.
Los anuncios se enmarcan en el compromiso de la OTAN de aumentar el gasto en seguridad al 5% del PIB para 2035, con un 3,5% destinado a defensa y un 1,5% a resiliencia y seguridad. Actualmente, el Reino Unido invierte el 2,3% de su PIB en defensa, con planes de alcanzar el 2,6% para 2027, en respuesta a las críticas de líderes como Donald Trump sobre el gasto insuficiente de los aliados.
Esta iniciativa refleja la estrategia de “OTAN primero” de Starmer, que busca fortalecer la alianza mientras se enfrenta a un panorama de “incertidumbre radical” y crecientes riesgos nucleares, según la Revisión Estratégica de Defensa de 2025.