IRÁN — Un informe preliminar de inteligencia estadounidense, filtrado a The New York Times, revela que los ataques del 22 de junio de 2025 contra las instalaciones nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahan, parte de la operación Midnight Hammer, no lograron destruirlas y solo retrasaron el programa nuclear de Irán por unos meses. Aunque las autoridades estadounidenses desmintieron estas afirmaciones, el informe sugiere que el daño fue limitado, sellando entradas a dos instalaciones sin colapsar sus estructuras subterráneas.
Antes del ataque, las agencias de inteligencia estimaban que Irán podría fabricar una bomba nuclear en tres meses. Tras los ataques, que incluyeron el uso de 14 bombas GBU-57 Massive Ordnance Penetrators (MOP) lanzadas por bombarderos B-2 Spirit y más de 24 misiles Tomahawk contra Isfahan, el programa nuclear iraní habría sido retrasado por menos de seis meses. El informe indica que gran parte del uranio enriquecido fue trasladado a ubicaciones secretas antes de los ataques, y las instalaciones subterráneas de Fordow no fueron destruidas, aunque su sistema eléctrico sufrió daños significativos.
Un informe preliminar de inteligencia estadounidense dice que el bombardeo estadounidense de tres sitios nucleares en Irán retrasó el programa del país solo por unos meses. The New York Times
El presidente Donald Trump afirmó que las instalaciones fueron “completamente destruidas”, mientras que el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, describió un daño “extremadamente severo”. Sin embargo, expertos como David Albright del Institute for Science and International Security y Jeffrey Lewis del Middlebury Institute señalan que el uranio enriquecido no fue destruido, y que Irán podría reubicar sus centrifugas en sitios encubiertos. Imágenes satelitales muestran cráteres en Fordow y daños en Natanz e Isfahan, pero Irán afirmó haber evacuado materiales clave previamente.
La Organización de Energía Atómica de Irán calificó los ataques como una “violación bárbara” del derecho internacional, mientras que el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, advirtió sobre “consecuencias duraderas” y reservó todas las opciones para responder. La Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) no reportó aumentos en los niveles de radiación fuera de los sitios, y su director, Rafael Grossi, señaló que el daño subterráneo en Fordow es difícil de evaluar. La fragilidad del alto el fuego, con acusaciones mutuas de violaciones, mantiene la tensión en la región.