IRÁN — El 22 de junio de 2025, bombarderos estratégicos B-2 Spirit de EE. UU., desde la base de Whiteman en Misuri, atacaron las instalaciones nucleares iraníes de Fordo, Natanz e Isfahán en un vuelo de 37 horas con múltiples reabastecimientos en el aire, según un funcionario citado por The New York Times. Seis bombarderos lanzaron 12 bombas GBU-57 Massive Ordnance Penetrator, conocidas como “bunker busters”, sobre Fordo, mientras submarinos dispararon 30 misiles Tomahawk contra Natanz e Isfahán, en la operación Midnight Hammer. Donald Trump calificó los ataques como un “éxito espectacular”, asegurando que las instalaciones fueron “totalmente obliteradas”.
La Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) denunció los ataques como una violación del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), afirmando que evacuó material radiactivo previamente, evitando contaminación, según reportes de la IAEA, que no detectó radiación externa. Sin embargo, el daño en Natanz incluyó cuatro edificios destruidos, y en Isfahán, túneles subterráneos no fueron afectados por los Tomahawk, según un analista iraní. La OEAI solicitó al OIEA y a Rafael Grossi una investigación, calificando los ataques de “acto bárbaro”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia condenó los bombardeos, advirtiendo que “la escalada podría socavar la seguridad regional y mundial”, con riesgos radiológicos aún por evaluar. Líderes como Filippo Grandi de Acnur y el Papa Francisco han alertado sobre una crisis de refugiados y la necesidad de diplomacia, mientras países como Qatar y Turquía calificaron los ataques de “acto criminal”. Abbas Araghchi, ministro iraní, acusó a EE. UU. de traicionar la diplomacia iniciada con el E3 en Ginebra. Trump advirtió que cualquier represalia iraní enfrentará “una fuerza mucho mayor”, tras misiles iraníes que mataron a 25 en Israel.
El conflicto, iniciado el 13 de junio con ataques israelíes que dejaron 400 muertos en Irán, ha desplazado poblaciones y suspendido negociaciones en Omán. La IAEA convocó una reunión urgente el 23 de junio, mientras Irán promete continuar su programa nuclear pacífico.