ESTADOS UNIDOS — Los disturbios a gran escala en Los Ángeles, desencadenados por protestas contra las políticas migratorias, han desatado una feroz controversia entre el presidente Donald Trump y el gobernador de California, Gavin Newsom. El conflicto escaló cuando Trump ordenó el despliegue de 2.000 agentes de la Guardia Nacional para sofocar los enfrentamientos en el condado de Los Ángeles, una medida que Newsom calificó como un ataque a las competencias estatales y anunció que llevará a los tribunales, intensificando la tensión entre ambos líderes.
Las protestas comenzaron el pasado viernes 6 de junio de 2025 en Paramount y Compton, tras redadas del ICE que resultaron en detenciones por violaciones migratorias. Trump justificó la intervención federal, sugiriendo que no se opondría a la destitución de Newsom, a quien llamó “tremendamente incompetente” pese a considerarlo “un buen tipo”. Newsom respondió con duras acusaciones, afirmando en redes sociales que los soldados enviados carecen de suministros básicos: “Sin combustible, sin comida, agua ni un lugar donde dormir”, acompañando su mensaje con fotos de marines durmiendo en el suelo. El gobernador también acusó a la Casa Blanca de buscar “un espectáculo” y “violencia” para politizar la crisis.
El intercambio de insultos ha tomado un giro personal, con Trump señalando que la “principal falta” de Newsom fue postularse como gobernador, mientras Newsom replicó que Trump admite arrestar a un gobernador electo por ejercer su derecho político. Según ABC News, este enfrentamiento eleva el perfil nacional de Newsom, alimentando especulaciones sobre una posible candidatura presidencial en 2028, aunque él insiste en que su prioridad es gestionar la crisis actual en California frente a las políticas migratorias de Trump.