COLOMBIA — La tarde de este sábado 7 de junio, la capital colombiana se vio sacudida por un atentado contra Miguel Uribe Turbay, senador del partido Centro Democrático y precandidato presidencial. Los primeros informes de prensa confirman que el congresista, de 39 años, fue atacado con arma de fuego mientras participaba en un evento de campaña en el barrio Modelia, en la localidad de Fontibón, sumiendo al país en una ola de preocupación a menos de un año de las elecciones presidenciales de 2026.
Según versiones preliminares, un hombre se acercó al senador y le disparó en la cabeza, un acto que ocurrió ante la mirada atónita de asistentes al evento. Tras el ataque, Uribe fue trasladado de urgencia a la Clínica Colombia para recibir atención médica, pero hasta el momento no se ha emitido un parte oficial sobre su estado de salud, dejando a la nación en vilo. La gravedad del incidente ha puesto en jaque la seguridad de los candidatos en plena contienda electoral.
La clase política reaccionó rápidamente en redes sociales, condenando el acto de violencia y exigiendo garantías para los aspirantes. Figuras de diversos espectros han alzado la voz, mientras las autoridades trabajan en el lugar del crimen para investigar los móviles y capturar a los responsables. Este atentado, ocurrido en un contexto de polarización política, reabre heridas de un pasado marcado por la violencia contra líderes, generando interrogantes sobre el futuro de la democracia colombiana.
