PERÚ — Una operación transnacional marcó un nuevo capítulo en la lucha contra el crimen organizado este sábado 7 de junio, cuando Liseth Albina Cruz Ruiz, expareja de Erik Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, fue trasladada a territorio peruano tras su detención en Santa Cruz, Bolivia. El proceso de expulsión, ejecutado con celeridad por las autoridades bolivianas, culminó en Desaguadero, donde la Policía Nacional del Perú (PNP) la recibió y le informó oficialmente de los graves cargos en su contra, vinculados a la organización criminal “Los Injertos del Cono Norte”.
Cruz Ruiz, ciudadana peruana de 33 años, fue intervenida junto a tres acompañantes —dos venezolanos y un boliviano, según información preliminar— en un operativo que ha levantado sospechas sobre una red delictiva más amplia. Su hija de cuatro años, fruto de su relación con Moreno, también fue traída a Perú y quedó bajo la custodia de la Fiscalía de Familia, que busca un familiar directo para su cuidado, mientras la madre enfrenta su situación legal. Durante el traslado aéreo, Cruz Ruiz negó rotundamente cualquier vínculo con actividades criminales, afirmando con firmeza: “No me arrepiento de nada” y desmarcándose de su expareja, con quien comparte dos hijos.
La PNP, sin embargo, sostiene que la mujer intentó alterar su apariencia física, incluso sometiéndose a una intervención estética, como posible estrategia para evadir la justicia. Las autoridades investigan su rol en la banda, acusada de extorsión y sicariato, mientras evalúan su implicación en los delitos atribuidos a “Los Injertos del Cono Norte”. Con las pesquisas en curso, el caso promete revelar más detalles sobre las conexiones transfronterizas de esta red, dejando a la opinión pública dividida entre las acusaciones y las defensas de Cruz Ruiz.